—El futbolista canario siempre me ha gustado. Tiene una gran exquisitez en el trato del balón, y eso es muy interesante. Pero no solamente este tipo de futbolista. Canarias ha dado más jugadores que han sido ejemplos de honradez y de intensidad en su juego. Es una tierra de futbolistas. Una pena que no terminen de salir Las Palmas y el Tenerife de Segunda División.
—El AEK de Atenas ha sido su última experiencia. ¿Cómo valora su paso por Grecia?
—Ha sido positivo porque ir al extranjero era una experiencia que yo no había tenido. Decidí marcharme porque se excedieron mucho. Aquella situación de no conocer la cultura, no conocer el idioma, lo que es el fútbol griego en general, salir de lo que ha sido tu mundo...
—Supongo que tuvo que renovarse mucho...
—Sí, esto me obligó a espabilarme y hacer un estudio en todo momento de la situación y las posibilidades de hacer algo eficaz en relación con el trabajo con aquel equipo, que no era de lo más puntero. El primer año salimos muy bien, competimos en la Liga de Campeones y quedamos segundos de la liga, rompimos la hegemonía entre Olimpiakos y Panathinaikos. Este año empezamos muy bien, pero la cosa se fue un poco y pusimos punto y final.
—En esta ocasión no se llevó a Alexis Trujillo, uno de sus habituales ayudantes.
—No fue porque el presidente me impuso unas condiciones. Tenían el grupo de trabajo hecho y no querían echar a la gente. Sólo me llevé el preparador físico. Pero no descarto volver a contar con Alexis, una persona que ve muy bien el fútbol.
—Aunque la cláusula con el AEK le impide entrenar hasta el 30 de junio, ¿qué ideas tiene para después de esa fecha?
—Escucharemos las ofertas que puedan venir, a las personas que crean que estamos capacitados para realizar su proyecto.
—Usted que ha sido entrenador del Barcelona, ¿cómo vio su eliminación ante el Manchester United?
—Creo que la eliminatoria con el Manchester la ha jugado bien, no se le puede recriminar más que, quizás, el no haber tenido la suerte de disponer de un Messi en todo su esplendor, sin esa lesión que le ha repercutido en su pleno rendimiento. Que Eto´o se haya marchado a la Copa de África y después tuviera esta grave lesión. Que la situación de Ronaldinho se haya producido en los momentos más necesarios... Claro, que lo encuentres a favor o en contra, esto puede cambiar. Si el Barcelona hubiera pasado, nadie hubiera dicho nada. El Barcelona jugó muy buen partido en su campo, y en el de vuelta, en Old Trafford, no fue superior.
- ¿Cómo ve la situación del club azulgrana al día de hoy?
—Es cierto que ha perdido todo su sello, lo que representaba un equipo que tenía un fútbol muy bonito para cualquier espectador, y ha perdido su identidad. Pero la recuperará. El Barcelona es un club grande, que circunstancialmente le ha tocado perder. Tiene que ser fuerte y valiente para buscar los argumentos necesarios y recuperar toda su personalidad, todo su esplendor. Seguro que no tardará mucho en encontrarlo.
—¿Es tan complicado ma-nejar un vestuario repleto de estrellas?
—Ya se puede imaginar (risas). No solamente esto, sino lo que representa socialmente el club, la grandeza, tanto el Barcelona como el Madrid. Esos equipos tienen una presión enorme y a veces puedes tener un poco de mala suerte y se te puede ir un objetivo con un plis plas.
—El Real Madrid, ¿justo vencedor de Liga?
—Con tantas jornadas, hablar de justo o injusto... Sí es cierto que no ha terminado de convencer con ese punto de regularidad que normalmente en ligas anteriores han tenido los campeones.
—¿Cómo ve a España de cara a la Eurocopa?
—Siempre tenemos que esperar algo de los buenos futbolistas, y la selección nacional la componen buenos futbolistas. Creo que ya nos toca, nos toca defender el pabellón. Tenemos la satisfacción de pensarlo, y lo pensamos porque podemos decir que España tiene materia prima para aspirar a ganar el título de la Eurocopa.
—¿Con Raúl?
—A Raúl le tengo aprecio y admiración como deportista. Pero también le tengo un respeto enorme a la decisión de Aragonés. No estaría bien que dijese: yo me llevaría a Raúl. Creo que va a intentar hacer lo mejor.
— ¿Le gustaría ser seleccionador algún día?
—¿Y a quién no le gustaría? Pero creo que ya está tomada esta decisión (risas).
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