EFE
Lugo
Tres años después de su descenso a tercera división, el Fuerteventura agrandó ayer su historia al vencer a domicilio al Club Deportivo Lugo (0-1), lo que le supuso su clasificación para disputar la fase de ascenso a Segunda División A.
El partido entre canarios y lucenses tenía todos los ingredientes del fútbol: Dos equipos que luchaban por el mismo objetivo (entrar entre los 4 primeros); buena temporada de ambos y necesidad de victoria para garantizarse el premio de poder seguir compitiendo para llegar a donde empieza realmente la elite del fútbol.
Pero además, sobre el mojado césped del µngel Carro se encontraban uno de los mejores equipos como visitante (Fuerteventura) y un Lugo que había sumado 18 de los últimos 21 puntos que había disputado y justo la semana anterior había entrado, por primera vez en toda la temporada, entre los 4 primeros.
Las gradas del estadio lucense estaban repletas y los jugadores del Lugo sabían que se lo jugaban todo a favor de ambiente, lo que se tradujo en un estado de ansiedad que supo administrar perfectamente el equipo canario.
De entrada, el partido se disputó conforme a lo que suele ser el guión habitual de un gran acontecimiento futbolístico: Iniciativa para el equipo local y control defensivo visitante para generar inquietud e impedir las embestidas del rival.
Con esta dinámica, el Lugo fue quien tuvo la posesión del balón y jugó con sus líneas muy adelantadas, pero no tuvo la profundidad suficiente para llegar con peligro. Y en las pocas aproximaciones que tuvo, allí estaba Novoa para neutralizarlo todo.
El Lugo lo intentó en muchas ocasiones por la banda derecha, pero fue un error. Iván Casquero estuvo inconmensurable en el lateral izquierdo, en tanto que Eloy realizó una perfecta lectura táctica del partido, por lo que no resulta extraño que la mejor ocasión de la primera parte fuera para el equipo de Almeida con un lanzamiento de falta de Guzmán que se fue al larguero tras un despeje de Marcos Valín (m.41).
En la segunda parte no varió el guión, aunque fue el técnico local, Fonsi Valverde, el primero en mover ficha al saber que no le valía el empate. Se la jugó retirando a un central, Germán, y dando entrada a un delantero, Sergio, aún siendo consciente de que este jugador estaba muy mermado físicamente.
Aún así, fue el Fuerteventura quien tuvo el gol en los pies de Moisés. Fue en el lanzamiento de una falta directa que despejó el guardameta local; el mismo que instantes más tarde cometió un error garrafal al no atajar un balón fácil, lo que le permitió a Memo (m.73') abrir el marcador con un gol que luego sería definitivo.
Desde ese momento, el Fuerteventura acumuló más jugadores por detrás del balón y el Lugo tuvo el empate en acciones de Losada y Manu con sendos mano a mano que resolvió Novoa.
El entrenador local quiso otorgar a su equipo más profundidad y resolución final, para lo cual dio entrada a Garmendia y Mauro, pero los intentos fueron infructuosos. En ese momento (m.82'), el control era total del equipo canario que tuvo (m.97'), la gran ocasión para cerrar definitivamente el marcador cuando Moisés encaró a Marcos Valín y estrelló el balón en el cuerpo del guardameta lucense.
Al final fiesta por todo lo alto de la expedición canaria, abrazos y un grito unánime dentro de su vestuario: "A segunda, oeh!".
Ficha técnica:
0.-C.D. LUGO.- Marcos Valín; Moncho, Carril, Germán (Sergio, 63'), Losada, Ciani, (Garmendia, 82'), Rubén Durán, Pablo Rodríguez, Uriz (Mauro), Aira y Manu.
1.-U.D. FUERTEVENTURA.-Novoa; Soto, Casquero, Miguel, Eloy, Iker Guereño, Futre (Moisés, 53'), Fali, Memo (Pedro, 88'), Gustavo y Maciot (Richard, 75').
Gol: 0-1.-(73').-Memo.
Incidencias.- Terreno de juego muy mojado por la intensa lluvia que había caído en las últimas horas. 5.000 espectadores en el estadio µngel Carro.
Árbitro.-Piñeiro Crespo (Asturiano). Mostró tarjetas amarillas a Garmendía en el Lugo y a Novoa e Iker Guereño en el Fuerteventura.
Vestuarios
Almeida: "Somos capaces de ganarle a cualquiera".
Pese a lo que acaba de conseguir, el técnico canario, José Juan Almeida, compareció en la rueda de prensa sin exteriorizar la alegría que se escuchaba en el interior de su vestuario. "Somos capaces de ganar a cualquiera", advirtió el entrenador cuando le preguntaron por lo que puede hacer su equipo en la inmediata fase de ascenso a Segunda A.
"Lo dijo muy en serio" remarcó Almeida en este mismo contexto y se explicó: "Somos un equipo muy humilde, pero la gente tiene mucha ilusión y cuando juegas con la ilusión más que con la responsabilidad es mucho más fácil trabajar".
Con todo, ésta no fue su primera reflexión. Antes admitió que el partido había sido "muy complicado", tras haber jugado contra un equipo, el Lugo, al que atribuyó "mucha calidad y potencial". "Teníamos que jugar con sus ansias, pese a que tuvimos fases donde nos sentimos incómodos al perder el balón con cierta facilidad".
Según el técnico canario, su banquillo nunca estuvo pendiente de lo que sucedía en otros terrenos de juego. "No queríamos distraer nuestra atención con nada. Si el futbolista está pendiente nada más que del resultado final no va a jugar y a trabajar en el campo. El mensaje nuestro siempre fue por ahí: Olvidarnos de otras cuestiones y trabajar y jugar".
Tuvo tiempo para retrotraerse a la pretemporada, cuando, recordó, "la gente de las islas me llamaba para decirme que teníamos la mejor plantilla de los canarios. Luego, desde la humildad, porque el éxito dura un día sólo, nos pusimos el listón de estar lo más arriba posible; arrancamos bien y pudimos disfrutar de la categoría", subrayó Almeida, antes de reconocer que al principio "no se nos pasaba por la cabeza esto".
El entrenador del Fuerteventura agradeció a la directiva la confianza que depositaron en su persona y acabó haciendo hincapié en que lo conseguido por su equipo en la tarde de ayer "es todo un hito en la isla".
Fonsi Valverde: "El partido tuvo una lectura lógica y normal".
El rostro del entrenador local, Fonsi Valverde, sí describía lo que es la cara de la decepción. Sobre el encuentro comentó que el partido "tuvo una lectura lógica y normal, donde el equipo de casa lleva la iniciativa, hace méritos para el primer gol, pero nuestro no acierto y el acierto del contrario hizo que llegara un momento del partido en el que tuvimos la mala suerte de encajar el gol".
Valverde admitió que el gol dejó a sus jugadores "bastante tocados", aunque, agregó, "el equipo siguió con la fe de los últimos partidos y peleamos hasta el final e incluso con el 0-1 tuvimos dos mano a mano con su portero, que si los hubiéramos marcado aún tendríamos mucho a nuestro favor, pero hoy no era el partido nuestro y sí el de ellos, pese a que apenas nos crearon peligro".
El entrenador lucense era consciente de que todo lo que había logrado el en las últimas jornadas se reducía al partido de ayer, "cuando -dijo- era el día decisivo y ahora ya no tenemos más oportunidades, por eso el vestuario está hundido, pero con la cabeza alta, porque nunca nos hemos rendido y hoy (por ayer) tampoco, pese al 0-1 y cuando faltaba poco".
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