Segunda División B
El Vecindario peca de excesiva confianza ante el Alcorcón (3-0)
Los locales sólo tardaron dos minutos en perforar la portería de Javi
El Vecindario saltó al césped del Prado de Santo Domingo con demasiada tranquilidad sabiendo que la permanencia estaba prácticamente en el bolsillo. Sólo necesitaba un punto para quedarse y dependía de sí mismo. Pero enfrente tenía a un Alcorcón rondando el descenso y, éste sí, con prisas por finiquitar la permanencia. Y ese relax en Segunda B se paga muy caro.
Los locales sólo tardaron dos minutos en perforar, por primera vez, la portería de Javi. Un balón sacado en banda por Javi Barral muy largo llegó al segundo palo sin que nadie hiciera amago de despejar y allí Gonzalo Rico remató sin apenas problemas. El meta apenas pudo hacer nada y el balón entró limpiamente en la portería.
El equipo isleño continuaba fuera del partido. El balón era de completo dominio local y éstos estaban totalmente volcados sobre la meta de Javi. No le duraba nada a los jugadores canarios. Sacaban de portería y apenas conseguían pasar el mediocampo. Poco tardaría en llegar el segundo.
En el catorce, en una galopada por la banda derecha de Tito, éste puso el balón en el punto de penalti a Carlos Pérez que remató a portería sin apenas oposición.
Así las cosas, y con el equipo dormido, Pacuco Rosales buscó la reacción desde el banco, Abraham por Nene, pudo ser un castigo ya que el segundo gol llegó desde su banda. Reestructuración del equipo con vocación ofensiva pero el resultado no fue el esperado.
Pero el Alcorcón no podía mantener ese ritmo frenético y hacia el minuto 25 dio algo de tranquilidad a su juego. Fue en este momento cuando comenzó a verse algo al equipo visitante. Ya no perdía el balón con tanta facilidad en el mediocentro y sí que se acercó algo a la portería de Raúl, pero sin mucho peligro.
Hoy era el día en el que el conjunto local firmaba la permanencia y con el público totalmente volcado quería darse un festín, y la víctima iba a ser un confiado Vecindario.
El tercero, poco antes del descanso. Una bonita jugada trenzada por la derecha entre Tito y Nevado conseguían hacer llegar el esférico a David Sanz que, ya dentro del área, conseguía el tercero.
En el descanso hubo conjuro de los jugadores canarios y eso se notó al comienzo de la segunda parte. Querían el balón y buscaban maquillar el resultado. Remontar era difícil pero al menos querían acabar con honor.
Luego los hechos fueron diferentes. La segunda mitad tuvo poca historia. El Alcorcón dio por válido el resultado, aunque Barral lanzó al palo en el minuto 71, y el Vecindario buscó anotar algún gol, aunque sin mucho tesón y sin grandes ocasiones de gol.
Sus opciones pasaban por alguna falta directa, lanzamientos desde lejos, o por aprovechar algún córner, pero la defensa estuvo siempre muy segura sin dar opción a una delantera visitante que estuvo algo espesa.
La ronda de cambios tampoco surtió el efecto esperado. El Vecindario los hizo muy pronto y el Alcorcón al final de partido para perder tiempo y como homenaje a los jugadores más destacados del equipo.
Al final, derrota amplia, totalmente condicionado por los primeros minutos de la primera parte, que de no haber sido como fueron el resultado podría haber sido otro, incluso positivo para el Vecindario, pero los goles tan tempranos fueron un excesivo lastre para el Vecindario.
Ficha técnica:
3 - Alcorcón: Raúl; Tito, Albarrán,Öñigo López, Barral; Rico (Víctor Blanco, min. 79), Municipio, Rubén Sanz, Carlos Pérez (Rodiel, min. 68); Nevado y David Sanz (Carreño, min. 82)
0 - Vecindario: Javi; Paco, Dorta, Rubén L., Nene (Abraham, min. 15); Rubén Coméndez, Monteagudo, Vladimir, Mauro (Michel, min. 45); Raúl Borrero y Poncho (Saavedra, min. 64).
Goles: 1-0, min. 2, Rico: 2-0, min. 14, Carlos Pérez: 3-0, min. 38, David Sanz.
Árbitro: González Arévalo (colegio gallego). Amonestó a Rubén por parte del conjunto visitante.
Incidencias: encuentro correspondiente a la trigésimo séptima jornada de Liga del Grupo I de la Segunda División B disputado en el estadio municipal Prado de Santo Domingo de Alcorcón (Madrid) ante unos mil espectadores.
Vestuarios:
Juan Antonio Anquela, técnico del Alcorcón declaró en la rueda de prensa posterior al encuentro que el resultado es engañoso porque temía mucho al equipo canario y contaron con la fortuna de conseguir los goles muy pronto, ante un conjunto con jugadores muy formados para la categoría.
"Viví muy asustado toda la semana, le tenía mucho miedo al partido pero al final hemos conseguido el resultado necesario. Hemos tenido fortuna desde el principio y en las tres primeras ocasiones hemos hecho los tres goles. Si hubiera estado más parejo el resultado hasta el final habríamos sufrido mucho", comentó.
"El Vecindario no tuvo un partido nada fácil. Nosotros en el primero minuto les metimos el primer gol. Hemos jugador muy bien y hemos conseguido pronto los goles. Lo que le ha sucedido al Vecindario nos pasó la semana pasada a nosotros contra el Rayo Vallecano, nos metieron pronto los goles y no fuimos capaces de reaccionar", se solidarizó el técnico.
"El Vecindario es un gran equipo y me preocupaba de ellos en todos los aspectos. Tienen muy buenos jugadores que saben a lo que se juegan y como tiene que jugar en la categoría". finalizó.
Por su parte, Pacuco Rosales, técnico del conjunto canario, declaró en la rueda de prensa posterior al encuentro que el equipo había esta mal, que no se realizó el trabajo ensayado durante la semana y que termina enfadado finalmente la salvación no la firman ellos y eso que sólo necesitaban un punto.
"Este ha sido un partido muy malo para nosotros. En la primera parte no hemos estado. Encajar dos goles en los primeros minutos les ha dado una tranquilidad enorme al Alcorcón y eso con lo que nosotros nos estábamos jugando. El tercero llegó en el 38 y ahí el partido ya murió", resumió el técnico.
"La bronca fue enorme para los jugadores. Nos estábamos jugando mucho y eso no se notó hoy. Ahora dependemos de otros resultados y eso cuando dependíamos de nosotros mismos para conseguir el único punto que necesitamos", añadió.
"El primer gol viene de una acción que teníamos muy vista. Encajar un gol así en la situación en la que estamos y con lo que nos jugamos. Les había advertido que nos encontraríamos un equipo muy centrado y muy motivado, y más con los resultados que están teniendo. Les dije a mis jugadores que tenían que estar metidos desde el primer minuto. Ahora dependemos del Villa-Universidad", apuntó un mosqueado Rosales.
"Estoy enfadado por que nuestra salvación no la firmamos nosotros sino otros. La caseta está rota y en el vestuario les he dicho a mis jugadores cosas muy fuertes. A partir de mañana el presidente tendrá que hacer su trabajo y empezar a confeccionar la próxima jornada" finalizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario