La UD Vecindario está viviendo en los extremos en la temporada de su reencuentro con la Segunda División B. El cuadro blanquinegro es el segundo mejor equipo del Grupo I bajo la condición de local, pero también es el peor de los 80 que forman la categoría como visitante. El empate es un resultado que el conjunto de Santa Lucía no conoce en los últimos 19 partidos ligueros disputados.
Quince jornadas después de que Pacuco Rosales relevara a Sosa Espinel en el banquillo, la UD Vecindario ha hecho un fortín del Municipal, donde antes, con el técnico majorero, había perdido dos encuentros. Con Rosales, los blanquinegros se han llevado a su casillero los 21 puntos que han disputado, y en las últimas semanas con brillantez, como son las goleadas sobre los filiales del Atlético de Madrid y Celta.
Lejos del Municipal, la cara de la UD Vecindario no es tan sonriente; todo lo contrario. Las ocho salidas de los grancanarios en la nueva etapa de Pacuco Rosales no le han reportado puntos. En el balance general, a estas ocho derrotas se le unen tres más de la era Sosa Espinel; con este técnico, el representativo de Santa Lucía obtuvo el que es el único punto como foráneo en esta temporada, al empatar en casa del Celta B. De ello hace 19 jornadas.
Este triste balance como foráneo es el peor de los 80 equipos que forman la categoría. Hasta el Peña Sport, colista del Grupo II, tiene un punto más que el Vecindario.
Los motivos de esta desigualdad se le escapan al cuadro técnico del equipo isleño. “Nos falta confianza; cuando consigamos fuera de casa un resultado positivo todo cambiará”, no se cansa de repetir Pacuco Rosales, que no descarta que esta estadística se rompa este fin de semana en Pasarón, donde le espera todo un candidato al ascenso como el Pontevedra.
C. CAÑADILLAS
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