EFE
Madrid
El Lanzarote rompió ante el Atlético de Madrid B su racha perdedora como visitante y exhibió maneras de equipo aguerrido, coordinado en todas sus líneas y dispuesto a luchar hasta el último minuto después de varias salidas sin sumar puntos.
El empate a cero hizo justicia a dos equipos que lucharon denodadamente por la victoria o al menos por no perder en un partido alterado por la meticulosidad del árbitro, el andaluz Enrique Figueroa, que hizo alarde de su facilidad para mostrar tarjetas amarillas en jugadas que no lo merecían.
El Lanzarote, uno de los tres equipos del grupo que más victorias había logrado fuera de casa (cinco), llegó a la Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid en busca de una victoria que le garantizara, prácticamente, la permanencia, y le permitiera plantearse más altas metas, tales como ganar plaza para la Copa del Rey.
La ocasión no era demasiado propicia porque el equipo rojiblanco sólo había perdido una vez en casa pero el Lanzarote salió decidido a intentarlo. Durante diez minutos se mostró ambicioso y pisó el área local dos o tres veces, aunque sin opciones claras de hacer gol pese a la brega de Aníbal.
El partido adquirió rápidamente un tono físico. La acumulación de hombres en el centro del campo ocasionaba continuas faltas por ambos bandos y dificultaba la circulación fluida del balón. Un remate de cabeza ligeramente alto de Axel en el m.17 y tiro al poste de César en el 24 pusieron de manifiesto el creciente dominio rojiblanco a medida que transcurría la primera parte.
El Lanzarote cedió terreno, le costaba traspasar el centro del campo y casi todo el trabajo quedaba en manos de la defensa, donde el capitán Juanma regresaba después de cumplir su sanción.
El Atlético pudo marcar en el minuto 33 en una buena jugada de Alex Quillo, que dribló hacia adentro al borde del área y soltó un buen disparo que atajó Alberto, pero un minuto después llegó la ocasión más clara del primer tiempo, y a favor de los canarios. Nené recibió en la línea del área y mientras la defensa atlética reclamaba fuera de juego, penetró por la derecha y, solo ante el meta Mario Ruyales, cruzó demasiado el balón a la izquierda.
Nada cambió tras el descanso. El juego continuó siendo trabado, sin combinaciones más allá de dos pases, interrumpido continuamente por las faltas en ambos equipos, doce de ellas castigadas con tarjetas amarillas, de modo que el balón apenas si estuvo en juego más de 20 minutos en el segundo periodo.
Un tiro flojo de Nacho fue la primera llegada a puerta en la segunda parte, y eso cuando habían transcurrido 15 minutos. Ninguno de los dos equipos fue capaz de hilvanar una jugada que terminara en ocasión de gol, pese a que el Lanzarote, a diferencia de la prmera parte, intentó jugar la pelota. El goleador Aníbal no encontró un solo balón aprovechable.
La guerra en el centro del campo, sobre un terreno bastante irregular, perduró hasta el último minuto. Un remate del delantero centro Rubiato por encima del larguero fue el único motivo de inquietud para el guardameta canario, que también recibió su ración de tarjeta por perder tiempo reclamando un balón.
Ficha técnica:
0 - At. Madrid B: Mario Ruyales; César, Abreu, Debris, Raúl Llorente, Raúl Medina (Rubén Ramos, m.59), Camacho, Alex Quillo, Solabarrieta (Aitor Núñez, m.62), Axel (Sidí, m.82) y Rubiato.
0 - UD Lanzarote: Alberto; Javi Jiménez, Juanma, Dani Mayo, Koke, Nené (BRenes, m.75), Pereira, Fredrik, Nacho (Víctor Ramos, m.91), Aníbal y Yeray (Oscar, m.83).
Árbitro: Enrique Figueroa Vázquez (Andaluz). Tarjetas amarillas a Llorente, Axel, Camacho, Abreu y Rubén Ramos, por el Atlético, y a Koke, Javi Jiménez, Dani Mayo, Juanma, Nané, Alberto y Nacho por el Lanzarote.
Incidencias: Partido de la jornada 24 del grupo I de Segunda División B, disputado en el campo municipal Cerro del Espino ante unos 500 espectadores.
El empate a cero hizo justicia a dos equipos que lucharon denodadamente por la victoria o al menos por no perder en un partido alterado por la meticulosidad del árbitro, el andaluz Enrique Figueroa, que hizo alarde de su facilidad para mostrar tarjetas amarillas en jugadas que no lo merecían.
El Lanzarote, uno de los tres equipos del grupo que más victorias había logrado fuera de casa (cinco), llegó a la Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid en busca de una victoria que le garantizara, prácticamente, la permanencia, y le permitiera plantearse más altas metas, tales como ganar plaza para la Copa del Rey.
La ocasión no era demasiado propicia porque el equipo rojiblanco sólo había perdido una vez en casa pero el Lanzarote salió decidido a intentarlo. Durante diez minutos se mostró ambicioso y pisó el área local dos o tres veces, aunque sin opciones claras de hacer gol pese a la brega de Aníbal.
El partido adquirió rápidamente un tono físico. La acumulación de hombres en el centro del campo ocasionaba continuas faltas por ambos bandos y dificultaba la circulación fluida del balón. Un remate de cabeza ligeramente alto de Axel en el m.17 y tiro al poste de César en el 24 pusieron de manifiesto el creciente dominio rojiblanco a medida que transcurría la primera parte.
El Lanzarote cedió terreno, le costaba traspasar el centro del campo y casi todo el trabajo quedaba en manos de la defensa, donde el capitán Juanma regresaba después de cumplir su sanción.
El Atlético pudo marcar en el minuto 33 en una buena jugada de Alex Quillo, que dribló hacia adentro al borde del área y soltó un buen disparo que atajó Alberto, pero un minuto después llegó la ocasión más clara del primer tiempo, y a favor de los canarios. Nené recibió en la línea del área y mientras la defensa atlética reclamaba fuera de juego, penetró por la derecha y, solo ante el meta Mario Ruyales, cruzó demasiado el balón a la izquierda.
Nada cambió tras el descanso. El juego continuó siendo trabado, sin combinaciones más allá de dos pases, interrumpido continuamente por las faltas en ambos equipos, doce de ellas castigadas con tarjetas amarillas, de modo que el balón apenas si estuvo en juego más de 20 minutos en el segundo periodo.
Un tiro flojo de Nacho fue la primera llegada a puerta en la segunda parte, y eso cuando habían transcurrido 15 minutos. Ninguno de los dos equipos fue capaz de hilvanar una jugada que terminara en ocasión de gol, pese a que el Lanzarote, a diferencia de la prmera parte, intentó jugar la pelota. El goleador Aníbal no encontró un solo balón aprovechable.
La guerra en el centro del campo, sobre un terreno bastante irregular, perduró hasta el último minuto. Un remate del delantero centro Rubiato por encima del larguero fue el único motivo de inquietud para el guardameta canario, que también recibió su ración de tarjeta por perder tiempo reclamando un balón.
Ficha técnica:
0 - At. Madrid B: Mario Ruyales; César, Abreu, Debris, Raúl Llorente, Raúl Medina (Rubén Ramos, m.59), Camacho, Alex Quillo, Solabarrieta (Aitor Núñez, m.62), Axel (Sidí, m.82) y Rubiato.
0 - UD Lanzarote: Alberto; Javi Jiménez, Juanma, Dani Mayo, Koke, Nené (BRenes, m.75), Pereira, Fredrik, Nacho (Víctor Ramos, m.91), Aníbal y Yeray (Oscar, m.83).
Árbitro: Enrique Figueroa Vázquez (Andaluz). Tarjetas amarillas a Llorente, Axel, Camacho, Abreu y Rubén Ramos, por el Atlético, y a Koke, Javi Jiménez, Dani Mayo, Juanma, Nané, Alberto y Nacho por el Lanzarote.
Incidencias: Partido de la jornada 24 del grupo I de Segunda División B, disputado en el campo municipal Cerro del Espino ante unos 500 espectadores.
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