Ser canario es un orgullo. Uno ama con todas sus fuerzas la tierra que lo vio nacer. Los que tenemos que viajar con frecuencia por nuestra profesión, sabemos lo mucho que uno echa de menos el terreño cuando tiene que desplazarse fuera del Archipiélago. Y cuando estás alejado de tu regió y de los tuyos, valoras aún más lo que dejaste atrás. Ser grancanario es un privilegio, pero aparte de grancanario uno se siente canario por los cuatro costados y por lo que representa esta tierra.
Uno ha tenido la oportunidad de retransmitir en estos 24 años de profesión muchos derbis y de todo ha habido en los enfrentamientos entre el CDTenerife y la Unión Deportiva Las Palmas. Uno se siente privilegiado al poder contar a una afición lo que va a suceder en un rectángulo de juego. Un partido que se vivirá con gran pasión y que moverá a tanta gente en un día en el que se anhelará más que nunca el triunfo de sus colores.
Los que gozamos con nuestro trabajo, y a ahí me incluyo (que te paguen por lo que haces y encima que te guste es un privilegio al alcance de muy pocos). Narrar un acontecimiento deportivo de máxima rivalidad es algo interesante, a la par que grande para cualquier medio de comunicación. El Estadio de Gran Canaria será el perfecto anfitrión para acoger este magno acontecimiento deportivo que, obviamente, paralizará la vida canaria.
En 90 minutos muchos se plasmarán los deseos de muchos por fastidiar al vecino, la rivalidad que siempre es sana entre las islas, volverá a tomar protagonismo: los chicharreros deseando que los canariones muerdan el polvo para recordárselo a cada instante y los canariones deseando ganar para demostrar quién es el que manda en el fútbol canario.
Todos se jugarán algo, pero ojo, porque sólo son tres puntos. Después, que nadie lo olvide, continuará la batalla para el CD Tenerife y la Unión Deportiva Las Palmas. La guerra no se consigue por derrotar al eterno rival. Obviamente es un rearme anímico muy grande, pero nada más, tres puntos importantes para la lucha de los dos equipos por situaciones deportivas antagónicas y… punto.
Con el derbi del sábado tiene que ganar, sobre todo, Canarias. Y par lograrlo el partido deber ser un buen tenderete. Toca que las dos aficiones animen como nunca. Y si gana la UD Las Palmas, mejor. Pero por encima de cualquier resultado lo que importa es que el derbi sea una fiesta de nuestra tierra y que los incidentes brillen por su ausencia. Que mande el fútbol, el espectáculo y el ambiente multicolor desde la grada.
Gran Canaria y Tenerife, sus seguidores, tienen en sus manos, en sus acciones, en su actitud, la oportunidad de demostrar que el pueblo canario tiene la mayoria de edad y que vale la pena vivir un espectáculo como éste.
De verdad, deseo de todo corazón que triunfe el fútbol.
Y me gustaría terminar con una frase de Mahatma Gandhi que dice asi:
"No hay caminos para la paz, la paz es el camino".
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