EFE
Pontevedra
Los pupilos de José Juan Almeida sólo dieron señales de vida cuando el Pontevedra se puso por delante en el marcador y acabaron sucumbiendo ante un rival que mereció llevarse los tres puntos porque fue el que más empeño puso para conseguirlos.
Ambos equipos empezaron el encuentro conociendo el resultado que se había dado en el otro duelo disputado en tierras gallegas, también entre aspirantes a jugar la fase de ascenso, y donde el filial del Deportivo de la Coruña había derrotado al Rayo Vallecano (3-1).
Quizás por eso, el Pontevedra, sabedor de que si ganaba volvía a meterse en puestos de promoción de ascenso, salió al campo dispuesto a amargarle el choque al Fuerteventura. En el primer tiempo los insulares se encontraron con un rival muy superior, por lo que no les quedó más remedio que echarse atrás para defender el resultado inicial.
El conjunto de Juan José Almeida no estaba cómodo sobre el terreno de juego. Sus atacantes apenas lograban entrar en juego y la acumulación de futbolistas al borde del área canaria se convirtió en el único recurso de los insulares.
Por eso, desde el pitido inicial, estaba claro cuál iba a ser el guión del partido. Un Fuerteventura encerrado en su campo, buscando el juego de contraataque como arma ofensiva, y un Pontevedra mucho más ofensivo y que siempre buscó el gol.
No obstante, aunque el Pontevedra tenía el balón, llevaba el peso del choque, el conjunto de Xabi Gracia tampoco conseguía crear demasiado peligro. Sus oportunidades de gol claras llegaban a cuentagotas, salvo en el primer minuto en un remate del argentino Víctor Ormazabal al que respondió con una espectacular mano el meta Novoa.
Con el paso de los minutos, el Fuerteventura fue enfriando el partido con continúas interrupciones, sobre todo con pérdidas de tiempo de sus futbolistas, provocando que el Pontevedra no lograse mantener su alto ritmo de juego.
Aún así, los gallegos, sobrepasado el ecuador del primer tiempo, gozaron de una inmejorable ocasión para adelantarse en el marcador, aunque Dani González, después de un magistral pase en profundidad de Igor de Souza, se equivocó en la definición al optar por el centro en vez de remate cuando ya encaraba al meta Novoa.
En los últimos minutos de la primera parte, el Fuerteventura, que no disparó entre los tres palos en todo el primer acto, acabó por desesperar a los futbolistas granates con sus repetidas pérdidas de tiempo, provocando el enfado tanto del banquillo como de los aficionados del Pontevedra.
Aunque pareciese increíble, el conjunto de José Juan había logrado su objetivo de llegar al descanso conservando el empate inicial, demostrando una gran solidez defensiva pero una muy pobre imagen ofensiva, impropia de un equipo que se ha ganado el respeto de sus rivales por sus espectaculares números que lo convierten, junto al Deportivo B, en la revelación de la temporada.
En el inicio del segundo tiempo el guión no varió demasiado. El Pontevedra, muy superior, continuó atacando, buscando el primera tanto de la noche. Un premio que no tardó en recibir, pues a los seis minutos de la reanudación, Víctor Ormazabal superó con un potente disparo al meta Novoa, que reclamó al juez de línea fuera de juego del argentino pero sin éxito, ya que el colegiado Rodríguez Cayetano dio validez al tanto granate.
Con 1-0 en el marcador, al Fuerteventura ya no le valía de nada el planteamiento defensivo que había dispuesto Almeida, por lo que a los insulares no les quedó otro remedio que adelantar las líneas y lanzarse en busca del empate.
Por eso, el técnico de los canarios rápidamente varió su dibujo táctico, pasando a jugar con tan sólo tres defensas para ganar más peso en el centro del campo y, sobre todo, para arropar a los dos delanteros, completamente aislados hasta ese momento.
Además, Almeida también movió el banquillo para tener más frescura en la delantera, dando entrada en el terreno de juego al veterano Maciot, Memo y Silvano. Unos cambios que conllevaron unos riesgos defensivos que pudo aprovechar el Pontevedra para matar el choque, aunque el disparo de Igor de Souza se estrelló en el poste para alivio de los futbolistas canarios.
Al Fuerteventura le quedaba poco más de un cuarto de hora para intentar empatar el partido. En este tiempo, los hombres de Almeida consiguieron adueñarse del balón y meter el miedo en el cuerpo al Pontevedra, pero sus prisas y, sobre todo, sus precipitaciones en el último pase acabaron condenando a un Fuerteventura que pagó su excesivo conservadurismo del primer tiempo.
1 - Pontevedra: Bonis; Duque, Vázquez, Sergio Castaño, Jonay; Turiel (Gato, min80); Xavi Moré, Fran Rico (Oscar Guimeráns, min67), Víctor Ormazabal, Dani; Igor de Souza (Javi Rodríguez, min78).
0 - UD Fuerteventura: Novoa; Soto (Silvano, min63), Iker Guereñu, Marce, Casquero; Eloy; Gustavo, Pedro, Richard (Memo, min72); Futre (Maciot, min63) y Moisés.
Goles: 1-0 min 61. Víctor Ormazabal.
Árbitro: Rodríguez Cayetano (colegio Castilla-León). Amonestó a Turiel y Sergio Castaño por parte del Pontevedra, y a Soto y Maciot por parte del Fuerteventura.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo octava jornada del grupo I de Segunda División B disputado en el estadio municipal de Pasarón ante unos 3.500 espectadores. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de la última víctima de ETA, el ex concejal socialista Isaías Carrasco.
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