Séptimo partido que le empatan a los cordobeses en los últimos minutos
El Tenerife arrancó un empate en Córdoba cuando a falta de diez minutos perdía 2-0
Iriome y Urruabarrena, autores de los goles blanquiazules
El CD Tenerife logró en la tarde de este sábado un agónico punto en su visita al Córdoba cuando ya todo apuntaba a una derrota del cuadro de José Luis Oltra, que veía como su equipo perdía por 2-0 cuando el choque entraba en los últimos diez minutos. Sin embargo, la constancia tinerfeña y el 'síndrome de los finales de partido' que atraviesa su rival, que con este ya ha visto en siete partidos como sus rivales le arrancan un punto en el descuento, permitieron al Tenerife igualar a dos.
Los tinerfeños arrancaron bien el choque, controlando el juego e impidiendo a su rival acercarse a los dominios de Juan Pablo. Sin embargo, con el paso de los minutos el ex tinerfeñista Cristian Álvarez asumió galones en su equipo y cogió la batuta del juego verdiblanco. Precisamente de su bota derecha llegó el centro que permitió a Pierini lograr, en el minuto 24, el primer gol de su equipo.
El Tenerife, completamente desdibujado, pasaba por sus peores momentos, aunque lo más positivo es que logró llegar al ecuador del encuentro con sólo un gol de desventaja. En la reanudación los de Oltra dieron un paso adelante y empezaron a acercarse a los dominios de Julio Iglesias, aunque sin embargo un grave error defensivo permitió a Juanlu irse en velocidad para poner el 2-0 en el luminoso justo cuando se preparaban para entrar en el campo Iriome y Mikel Arruabarrena.
Todo parecía en contra para los blanquiazules, que de nuevo perdieron por un momento el sitio en el campo. El Córdoba pudo sentenciar, pero los minutos pasaban y los verdiblancos empezaron a ponerse nerviosos. El Arcángel, antes del choque de hoy, había visto como en seis encuentros sus rivales empataban con el tiempo ya cumplido, e incluso en tres de esos partidos pese a tener dos goles de desventaja, circunstancia que se repetía otra vez.
El Tenerife necesitaba una dosis de fortuna para aumentar ese nerviosismo de los locales. Y esa dosis llegó en forma de rechace. Ayoze lanzó magistralmente una falta y Julio Iglesias se lució, pero con tan mala suerte que el balón rebotó en Iriome y acabó en su portería. Era el 2-1 y el tanto que necesitaba el cuadro tinerfeño para terminar de volcarse en busca del empate.
En ese agónico intento final un balón aéreo llegó a los dominios de Nino, que se plantó sólo ante el meta local. El delantero almeriense demostró que no atraviesa por su mejor momento y estrelló su disparo en el palo, pero de nuevo la suerte se alió con los visitantes, ya que el rechace le cayó a Mikel Arruabarrena, que a placer anotó el tanto de la igualada ante la desesperación del cuadro local.
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