lunes, 21 de enero de 2008

Borrachera de goles en Vecindario frente a un flojo Atlético

Borrachera de goles en Vecindario frente a un flojo Atlético B

VECINDARIO 4 - ATLÉTICO B 0

Raúl Borrero (2), Aróstegui y Camacho, autores de los goles locales





JC CASTRO
MULTIMEDIA
CARLOS GUERRA SORIA - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA La UD Vecindario le endosó ayer una goleada a un débil filial rojiblanco de estas que animan al personal. Pacuco había dejado claro que no se podía permitir otra mala actuación; dejar pasar la fantástica oportunidad que ofrecen los partidos en el Municipal para sumar puntos era una empresa demasiado arriesgada. El equipo cumplió y el encuentro estuvo visto para sentencia en 45 minutos.

La imagen que puede describir la presente temporada se produjo cuando, ya con el 4-0, el técnico isletero continuaba en pie para seguir exigiendo a sus jugadores darlo todo. Es la constante tensión que precisa la categoría, máxime con la irregular temporada de los sureños.

Comenzó el partido algo embarullado en el centro del campo, con dos equipos tratando de lanzar centros por alto al área rival.

Poco a poco, el Vecindario comenzaba a intimidar y Raúl Borrero, que jugó de inicio a pesar de las pequeña contractura que arrastraba, se encargó de abrir el marcador con un zapatazo con el exterior mientras se caía, tras un córner.

El tanto no cambió los planes del Atlético, que seguía intentando sin éxito alcanzar la meta de Oliver, seguro en todas sus intervenciones. Y es que los rojiblancos no llegaron a poner realmente a prueba al guardameta en todo el partido.

Eso no significa que los jóvenes jugadores del filial no le pusieran intensidad, ya que sobre la media hora del partido una falta del visitante Álvaro Domínguez acabó en una pequeña trifulca con empujones por ambas partes, que no llegó a más.
Este primer tiempo se iba animando según pasaban los minutos. Las internadas por banda del Vecindario, especialmente por la izquierda buscando a un Borrero libre de marca, anunciaban el segundo.

Este cayó en el minuto 42 con el punta vasco solo en el área, que empujó la pelota al fondo de las mallas ante la impotencia de Ruyales. Aún le quedaba otro chaparrón a los madrileños antes del descanso, ya que el 3-0 lo marcó al minuto siguiente Aróstegui, que no lo celebró.

Poco quedaba por decir en este encuentro que ya quedaba encarrilado. Realmente, el Atlético no podía plantearse vencer al Vecindario con los graves fallos defensivos y la falta de pegada que demostró.

Los sureños, lógicamente, soltaron el pie del acelerador, pero el Atlético no llegaba a disparar entre los tres palos, a pesar de plantearse marcar más goles que su rival en la segunda mitad.

Ya volcados en ataque, dejaron hombres sin marcar muy cerca de la portería, y en uno de los contragolpes Camacho, solo, recibió casi en el área chica un mal chut de Borrero para anotar a placer el 4-0 definitivo.

A partir de aquí, el Vecindario siguió apretando con el objetivo de anotar el mayor número de goles posible, y el Atlético se defendía como buenamente podía para evitar un resultado escandaloso.

Volvieron la alegría y los cánticos, algunos dedicados a Rosales, al Municipal de Vecindario en uno de los mejores partidos de la temporada como locales. La asignatura pendiente, de momento, ganar a domicilio.

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