El drama de ser futbolista
Silvano, pulmón del Fuerteventura, no puede pagar la guardería de su hijo Daniel. El club le adeuda 36.000 euros. El defensa Marce vive al día y ya no tiene para pagar la gasolina.
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PACO CABRERA - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Sólo les queda la dignidad. Han perdido la fe y el orgullo. Los jugadores de la UD Fuerteventura viven un drama sin límites. Han recibido una nómina en los últimos siete meses. Hoy viajan a Alfaro (La Rioja) tras entrenar sólo un día. El plante alumbra una solución, pero el día a día es un pulso a la locura.
Silvano (Palma de Mallorca, 20-5-80) es un mediocentro medieval. Fibra y técnica. El club le adeuda 36.000 euros. Vive en Puerto del Rosario y de alquiler. Le han cortado la luz y el agua. Su casero está harto.
"Mi mujer, Leticia, tiene que cuidar a nuestro hijo Daniel y no trabaja. No podemos permitirnos pagar los 300 euros de la guardería. No puedo dormir. Te pasas horas pensando. Luchas cada domingo y no cobras. Es una pesadilla", explica Silvano.
El día más duro fue el pasado miércoles. "Vimos la luz y luego estábamos hundidos. Ahora se atisba una solución [sólo percibirán el 60% de su ficha anual] pero espero que no nos vuelvan a engañar. Merecemos otro trato", reflexiona el mediocentro balear.
Silvano se emociona cuando relata la marcha "a cuentagotas" de sus compañeros. "Ya son siete los que se han marchado [Miguel Ángel Núñez fue el último] y te marca para siempre".
ALMA Y CAPITÁN. Marcelino Morales Rodríguez (Puerto del Rosario, 17-2-77) porta el estandarte de un club al borde del abismo. Zaguero implacable, vive al día. No tiene para pagar la gasolina. "He pensado si merece la pena desplazarme desde mi casa en La Oliva al campo de Los Pozos", detalla.
Marce, junto a Silvano, José Antonio y Casquero, ha negociado con el gestor Fran Canal la llegada del nuevo capital (cerca de 300.000 euros).
"Lo más importante era reflotar la entidad [la deuda ronda los 900.000 euros]. Tenía una oferta del Tenisca de Tercera, pero amo este proyecto. Somos el orgullo de los más jóvenes y no podemos fallarles", afirma.
Marce ha sufrido en silencio una humillación eterna. "Se han pasado la pelota unos a otros. De directivos a políticos".
Mañana retan al Alfaro. No podrán olvidar su pesadilla. La cuenta sigue vacía.
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