Una magnífica Segunda B

Jaime Iglesias

La Segunda División B es una categoría tan interesante como olvidada: por encima de todo les interesa a los aficionados y a los directivos, pero también a quien nos gusta ver una mezcla entre jóvenes talentos y estrellas venidas a menos. Cuando digo olvidada pienso en la RFEF que poco o nada hace por profesionalizar una categoría, en teoría sí es profesional, pero que en la práctica deja mucho que desear. No son pocos los directivos que han mostrado su desencanto con la Federación por la dejadez con los clubes de Segunda B.

Un embudo me parece el mejor gráfico para explicar sin palabras el sistema de promoción, por más que cambien los parámetros para ascender de categoría nunca me acabará de convencer y siempre me parecerá una tarea harta complicada contentar a todos; lo que yo propondría es el ascenso automático de los primeros de cada grupo, así tendrían su justo premio los que más puntos hubieran hecho, además de ahorrarnos viajes, lágrimas y cansancio. Clubes históricos se amontonan en los primeros puestos para conseguir ascender y volver al sitio que les corresponde: Rayo Vallecano, Pontevedra, Mérida y Burgos son sólo un ejemplo del nivel que existe en ésta División.

Grandes pero jóvenes futbolistas han empezado a despuntar en ésta categoría donde tienen como rivales a futbolistas de un pasado lleno de éxitos. Años atrás los que hoy son veteranos le firmaban y regalaban camisetas a los chavales contra los que se enfrenta domingo tras domingo. Mientras unos empiezan a hacerse grandes, los que fueron a Mundiales y a Eurocopas se hacen cada vez más pequeños, me parece entrañable y digno de mención, son los que realmente le gusta jugar al fútbol: jugando en el Camp Nou o en el campo del Lugo, siendo internacional por España o caerse de la lista de convocados del At. Gramanet.

Caso aparte, pero con desenlace final, merecen los que tenían todo para ser grandes estrellas y por mala cabeza no han sabido llevar bien el éxito. Por desgracia éstos últimos se dan más habitualmente. Sin lugar a dudas una categoría muy dispar y heterogénea. Merece mucho la pena seguirla de cerca.