sábado, 28 de junio de 2008

TENGO LA CAMISA ROJA

No se puede mostrar la imagen “http://www.futboldelux.com/wp-content/uploads/foto-bbc.jpg” porque contiene errores.

Hoy corren ríos de tinta sobre el España – Rusia. Sobre el sufrimiento de la primera parte y el rompimiento de gloria barroco de la segunda. De la lesión de Villa al éxtasis de Güiza, del miedo a Arshavin a la fiesta final… Por eso hoy contaré otra historia del partido, la de cómo lo vivieron tres personajes cualquiera, la historia que hoy podrían contar miles y miles de personas que disfrutaron de una noche de jueves mágica.

Eran las 8 de la tarde y Abril, enfundada en su camiseta de España, terminaba de escribirse con cera el nombre de Villa en el brazo izquierdo. También quería escribirse el de Sergio Ramos y Torres en el brazo derecho, pero escribir con la zurda es dificilísimo y más cuando tienes 8 años, así que Gonzalo la tuvo que ayudar. Mientras tanto, Viviana terminaba de arreglarse para el concierto de Juanes, cuya entrada llevaba tres meses guardada como oro en paño a la espera de ser rasgada en la puerta del Palacio de los Deportes de Madrid.

En los tres cuartos de hora de trayecto en coche hasta la calle Goya, era patente que la gente tenía más prisa incluso de lo habitual. En el CD sonaba el último disco de Juanes a la espera de que le llegase el turno al Carrusel de la Ser, cosa que sucedió a la altura de Gregorio Marañón. Una vez en Goya, Vivi se bajó del coche lamentando no poder ver el partido, pero feliz por irse de concierto. Gonzalo y Abril se quedaron con ganas de ver el concierto, pero felices por irse a ver el partido. Otros tres cuartos de hora duró la búsqueda de aparcamiento mientras Lama, Paco González y compañía les hacían sudar más que los 35º C de la tarde-noche madrileña. Y justo en el momento de cuadrar milimétricamente el coche en un bendito hueco, Xavi adelantaba a España. Les llegó el griterío de los bares, los pitos de los coches, la algarabía de la gente que, extrañada, preguntaba qué había pasado. “Gol de Xavi”, decía Gonzalo, mientras Abril tocaba en el claxon el “que viva España”. Más gritos, más saltos, más alegría.

No hay comentarios: