Como siempre, por la puerta de atrás, agónicamente y cuando se les daba por muertos, con una suerte perpetua, resucitan y se clasifican. Todos hablamos y tememos la competitividad y oficio de la “Azzurra”.
Al juego ultradefensivo, a la pérdida de tiempo, a las agresiones escondidas, a lesiones simuladas, a compra de partidos en su liga, y al juego duro.
Juego limpio es lo que practicó Holanda, ganando sin dejar lugar a dudas a los rumanos y permitiendo la clasificación de los transalpinos. Tengo mis dudas, si la situación hubiese sido la contraria, seguramente los holandeses estarían eliminados. También es juego limpio el respeto de los seguidores franceses a la interpretación del himno italiano, pero lo de los “Tifosi”, eso es otra cosa. ¿Respeto, que es eso?
Italia, los inventores de una táctica futbolística llamada “catenaccio”. Que consiste en aplicar la militar “línea maginot” al juego del fútbol. Resumiendo un deporte con tantas alternativas de defensa y ataque, a un atrincheramiento delante de la portería, a la espera de un descuido del adversario para derrotarlo, siempre por la mínima, y si es por medio gol, también les vale. Les ha dado buen resultado, pero los espectadores y la esencia de éste juego, que es el espectáculo, siempre salen mal parados.
El domingo vale todo, el objetivo es “pasar de cuartos”. Que Villar llame al árbitro antes del partido, mandar un motorista cargado de pizzas a la habitación de Cassano a las cuatro de la madrugada, que Torres se ponga la careta de Zidane cuando esté delante de Materazzi, todo vale. Contador gana el Giro, Trulli y Fissichella fueron aprendices de Alonso, en baloncesto hace tiempo que no existen, piensan suspender el torneo de tenis de Roma porque siempre lo gana Nadal, nos falta el fútbol, y el domingo, todo vale.
Pero España tiene calidad suficiente para deshacerse de Italia, jugando al fútbol, tocando y aburriéndoles. Los italianos no contarán con Pirlo y Gattuso. Y deben acusar la baja de Pirlo, el mejor jugador de Italia, por su toque, por su mando y su disparo, que en cualquier falta al borde del área, es letal. Tiene Italia un gran delantero, Luca Toni, pero nosotros tenemos dos excelentes matadores, Torres y la sensación del campeonato, Villa.
El partido se ganará en el centro del campo, y ahí andamos sobrados, España tiene cuatro artistas, ellos sólo tienen a De Rossi. Y en la defensa, aunque sea nuestro punto flojo, también les superamos, con la lesión de Cannavaro, Donadoni se ha visto obligado a innovar una nueva defensa central compuesta por Panucci y Chiellini, que son la pesadilla de Buffón.
88 años sin ganar en competición oficial a Italia son demasiados y las estadísticas están para romperlas. Serán noventa minuti molto longos, pero no estaría mal que se hiciese buena, la estadística de UEFA que apunta, que en los minutos de descuento hay cuatro veces más posibilidades de gol, que en cualquier minuto del resto del partido. Que bonito sería darle a Italia de su propia medicina, marcándole un gol cómo contra Suecia en el descuento. ¿Y si es en fuera de juego? Tutto vale, tutto vale.
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