domingo, 29 de junio de 2008

Por encima de todo, el toque

Por encima de todo, el toque

  • ANALISIS MD- Así juega España
Manel Bruña - 29/06/2008 03:00

El primer mandamiento de la selección española es el fútbol de toque. Algo lógico teniendo en cuenta el perfil de los internacionales. Todos han crecido futbolísticamente bajo la filosofía del buen trato al balón y lo están plasmando en Austria. Mención especial merecen Xavi e Iniesta que están viendo reflejado en la selección el fútbol de La Masia, del Barça, y ahí ellos son unos expertos. Tampoco le suena raro este juego a Cesc, otro criado en la escuela de Can Barça, y a Senna, un brasileño y con eso ya está dicho todo. Ellos y Silva paradigma del fútbol de calidad y técnico canario son los encargados de hacer circular el balón con velocidad hacia los delanteros Fernando Torres y David Villa.

Si España no tiene el balón sufre y por eso, la primera misión de los internacionales es hacerse con él sea como sea. Saben que si lo consiguen, el partido se irá poniendo de cara. Puede tardar más o menos, pero, al final, el encuentro siempre cae del lado español, tal y como se ha demostrado en esta Eurocopa.

Pero tener el balón no sirve si no se crean espacios. Los encargados de hacerlo son los interiores. España no juega con extremos, sino con centrocampistas jugando por banda. Su misión es arrastrar a los defensas rivales hacia el centro para dejar toda la banda libre a los laterales. Quizás ése sea uno de los puntos débiles de esta selección ya que muchas veces se empeña en entrar por el centro y si las bandas no funcionan, marcar un gol le cuesta Dios y ayuda. También sucede eso cuando la sala de máquinas española mueve demasiado lento el balón. Entonces se convierte en un juego lento, aburrido y que permite a los rivales estar bien ordenados y es imposible que España pueda romper esa barrera si no le da velocidad al esférico.

Si el fútbol de toque es el primer mandamiento de la selección, el segundo es el eterno contraataque. Es el sistema que más le gusta a Luis Aragonés hasta convertirlo en la enseña de los equipos alos que ha entrenado. España no podía ser menos y también lo emplea siempre que puede y, además, lo ejecuta a la perfección.

El contraataque español es, sin embargo, consecuencia del fútbol de toque. Con éste, rompe las defensas contrarias y abre el marcador. Gracias a eso, el rival se ve obligado a irse hacia adelante y ahí es donde la selección aprovecha la calidad de su centro del campo y la velocidad y efectividad de sus delanteros para acabar de romper el partido. Así ha ganado casi todos los partidos en esta Eurocopa y seguro que esta noche lo volverá a hacer o, al menos, intentarlo.

Lo que está claro es que parece que por fin España ha encontrado un sistema de juego, un patrón con el que ha llegado a lo más alto, a una final. Si esta noche se lleva el título, el que venga a sustituir a Luis Aragonés haría bien en no cambiarlo. A no ser que convoque a otros jugadores con un perfil diferente

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