El derby de los derbys
JUAN J. RAMOS, Las Palmas
En ningún otro partido de este tipo la rivalidad traspasa la frontera de lo deportivo como en este que enfrenta a UD Las Palmas y CD Tenerife. Son dos islas, con las diferencias que crea el trozo de mar que las separa, con la hegemonía política y económica siempre en juego, con el pique carnavalero, la comparación eterna entre los "tesoros" paisajísticos de una y otra... Un mundo las separa. Un pleito que dura ya siglos.
Y aunque esta tarde sólo se juega un encuentro de fútbol, en la cabeza de los seguidores de uno y otro andará sobre las 19:20 horas una honda decepción o una alegría desbordante, teñida de humillación la primera y de orgullo y euforia la segunda. El desplazamiento de más de 2.000 seguidores visitantes es otro ejemplo del carácter especial del derby canario. Los jugadores blanquiazules ya lo han notado en la enorme cobertura mediática de la semana y tienen en la memoria lo sucedido en Siete Palmas el pasado curso.
Por todo esto, y sin olvidar el doloroso empate de hace una semana en casa ante la Real, los de Oltra necesitan una victoria ante los amarillos. Por lo que supondría sumar estos tres puntos en la clasificación y anímicamente. Y por justicia. El técnico dudaba estos días estre Ayoze y Kome para la banda izquierda, pero el camerunés llegó bien físicamente de su viaje y gana enteros para ser titular. La única novedad que parece segura es el regreso de Richi en lugar de Óscar Pérez.
El mejor argumento del conjunto tinerfeño será el juego que viene desplegando en las últimas semanas. Por casta, motivación e intensidad no deben perder esta vez, puesto que toda la trascedencia explicada aquí ya la han asumido ellos. Enfrente tendrán a un rival rearmado moralmente tras ganar en Ipurúa hace una semana y en el que sólo se piensa en ganar para superar en la tabla a los blanquiazules y producir el mismo efecto que el del empate de Márquez de hace unos meses: el hundimiento del rival. Pero esta vez no toca.
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