Dos rivales bien avenidos

(Foto: J.Pérez Curbelo )

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Como hermanos. Desde pequeños, Pablo Sicilia y Jorge Larena han crecido juntos personal y futbolísticamente. Ahora el destino los enfrenta.

Alberto Artiles
Santa Cruz de Tenerife

Siempre soñaron en amarillo, pero ahora el destino les enfrenta por primera vez en un clásico. El anfitrión regresó a casa para volver a ser el que fue, el visitante tuvo que marchar en busca de madurez. Jorge y Pablo, sin plaza confirmada, rivalizan en un derbi que traspasa el terreno de juego y que los une con lazos de sangre.
Alberto Artiles / Santa Cruz de Tenerife

Será la primera vez que se midan con dos camisetas que no admiten clemencia. Primos con sensaciones encontradas que navegan entre la inquina deportiva y la complicidad familiar. En el caso de Pablo la contradicción se eleva al cubo, pues no puede ocultar su cariño por el club que le vio nacer, por los vínculos afectivos de un padre, Luis Sicilia, que fue presidente y la admiración hacia un familiar, un amigo, un confidente, con el que ahora deberá pugnar.

«Siempre he tenido a Jorge a mi lado, siempre he jugado con él los derbis. Va a ser un poco extraño jugar contra él y hacerlo en un derbi», admite con añoranza el central blanquiazul, quien no duda en relatar con nostalgia los derbis que vivió portando la camiseta que hoy es rival. «Jorge y yo jugamos los derbis en categorías inferiores siempre con la camiseta de la Unión Deportiva. Ya me enfrenté al él en el Celta, pero sólo durante unos minutos. El morbo de este partido está en que él va a defender al rival, con el apoyo de la mayoría de nuestra familia en el campo a su favor», bromea Pablo, al que nunca le falta el fiel respaldo de su progenitora.

Como el defensa blanquiazul, Jorge tampoco vive sus mejores momentos en Las Palmas, pero no pierde la esperanza de encontrarse con su primo en el verde del Gran Canaria. «Espero jugar, trabajo para ello. Para un canario este partido es muy especial. Será un poco extraño tener a Pablo como rival, pero espero ganarle en el derbi. Jugamos en casa y estamos con mucha confianza tras el triunfo en Éibar», desafía con guiño cómplice a su primo, que no escatima en elogios a la hora de hablar del amarillo. «Lo he visto en pocos partidos, y él mismo lo reconoce, creo que puede dar más. Pero hay que tener paciencia con Jorge y confiar en él porque no se puede dudar de su calidad. Lo hemos visto en su anterior etapa y seguro que pronto sacará su mejor fútbol».

Pablo acaba contrato con el Tenerife pero no piensa en el reencuentro sino «en el Tenerife y ganar el derbi».