"Quedarme sin ficha no sé si fue una represalia del Fuerteventura" | | | |
Jueves, 2008-10-30 20:22:08
C. CAÑADILLAS, S/C de Tfe.
Fali se convirtió en jugador prescindible en la UD Fuerteventura en el mismo instante en que reclamó al club que le satisficiera la deuda que mantenía con él. Su lícita petición le supuso quedarse sin ficha, no poder ejercer su profesión y verse apartado de un grupo en el que llevaba galones de capitán. Su ostracismo pasa ahora al olvido. Ayer comenzó a entrenar con el Real Club Victoria de Tazacorte, su nuevo equipo hasta que, como mínimo, se abra el mercado de invierno, cuando intentará volver a ser futbolista de Segunda B.
"En la UD Fuerteventura no acabé bien, quizá más tirando a mal". Rafael Benítez (Las Palmas, 09-08-1976) merecía una mejor salida de un club que defendió durante tres años. Él mismo cuenta cómo cavó su tumba: "La última semana de agosto me negué a firmar la ficha federativa. No quise porque no me habían pagado la deuda de la pasada temporada, pese a que retiré la denuncia en su momento. Poco después, Cristóbal Calero (director deportivo de la UD Fuerteventura) me convenció para que la firmara. El día que acababa el plazo de inscripciones, entrenamos por la tarde en Corralejo y me hicieron ir a la delegación en Puerto del Rosario para rubricar la ficha. Pero allí no apareció nadie, pese a que yo llamaba por teléfono y me decían que sí, que ahora iban. Al día siguiente, con el plazo acabado pero con la posibilidad aún de meter la licencia, me volvieron a citar, pero entonces yo no quise ir, me mosqueé y les dije un par de burradas". Este relato concluye con Fali con contrato en vigor en la UD Fuerteventura, pero sin la posibilidad de jugar al no ser inscrito. No le quedó más remedio que entrenar, en solitario el último mes y a partir de las 12:00 horas, y esperar una solución.
"Consulté a la AFE, me informé y podía haber denunciado al club, pero no quería más complicaciones. No se puede dejar a un jugador fuera cuando hay fichas libres, ni ponerlo a entrenar aparte y menos a esa hora", cuenta el extremo, que añade que no denunció porque "ya no me interesaba estar ahí; seguro que no iba a jugar ni a cobrar". "Si me readmitían, quizá me hubieran hecho la vida imposible", imagina.
Todo lo sucedido le asombró. "No me lo esperaba. No sé si el entrenador (José Juan Almeida) no me quería. Igual no les gustó el plan en que me puse en verano y fue una represalia por lo que hice. Pero yo me tuve que poner en mi lugar porque es de lo que me alimento", reflexiona el futbolista.
Fali tiene claro que la "jugada" que le realizó la UD Fuerteventura "fue un putada bastante grande". "Si no querían contar conmigo, que me lo hubieran dicho de frente, que no pasaba nada", razona.
La extraña situación lo dejó sin la posibilidad de encontrar otro destino en Segunda B. "Se me cerraron las puertas, las plantillas estaban hechas y el plazo de fichajes acabado", comenta el jugador, que se vio empujado a buscar un equipo en Tercera División. "Al final me salió esta opción del Victoria, donde está Juan Antonio Machín, un entrenador con el que ya he coincidido. Tenía ganas de volver a jugar y de trabajar", comenta.
Fali se incorpora al conjunto bagañete como cedido por la UD Fuerteventura, que se hace cargo de parte de sus emolumentos, aunque en lo que va de temporada aún no ha tenido ingresos de esa fuente. El futbolista, además, incluyó en el acuerdo con el Victoria la posibilidad de salir en el mercado de invierno si algún club de Segunda División B se decide a incorporarlo. "Aún tengo esa esperanza", asegura un jugador que continúa creyendo que la UD Fuerteventura "está fatal; pasan muchas cosas".
Publicado en Jornada Deportiva, (El Día), Jueves día 30-10-08
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