domingo, 26 de octubre de 2008

El Tenerife encaja una dolorosa derrota

El conjunto blanquiazul realizó una sensacional primera parte en la que mereció adelantarse e incluso marcharse al descanso con más de un gol de ventaja. En la reanudación, el Córdoba puso el acierto que le faltó a su rival para ganar.

Jornada Deportiva

córdoba 2

tenerife 0

Córdoba CFRaúl Navas (2); Ceballos (2), Pablo Ruiz (2), Pierini (1), Rubén (1); Carpintero (1), Ito (0); Cristian Álvarez (1), Javi Flores (1), José Vega (0) y Yordi (1). En la segunda parte, Cachorro (1) entró por José Vega; Asen (0) por Yordi (71') y Arteaga (sc) por Javi Flores (79').

CD TenerifeLuis García; Marc Bertrán, Ezequiel Luna, Manolo Martínez, Cendrós; Richi, Ricardo; Juanlu, Alfaro, Kome y Nino. En el minuto 69, Ayoze sustituyó a Kome; luego Ángel reemplazó a Juanlu (76') y Saizar a Luna (84').

ÁrbitroJosé Luis González González (0), del comité castellano-leonés, asistido por los también castellano-leoneses Rufino Villahoz Barbero y Miguel Ángel Martín Sánchez. Se tragó un penalty de Rubén por mano dentro del área, no era falta la del 1-0 y señaló una dudosa pena máxima de Cendrós. El criterio también favoreció a los locales en el reparto de tarjetas y a la hora de señalar las faltas. Un desastre de arbitraje. Amonestó a Ceballos (55') por los locales y Juanlu (41'), Luna (54'), Cendrós (64'), Ángel (83'), Manolo Martínez y Juanma (92') en los visitantes.

Goles1-0 (62'): Pablo Ruiz cabecea una falta bien lanzada por Cristian Álvarez.2-0 (64'): Yordi transforma un dudoso penalty.

IncidenciasEncuentro de la novena jornada de Segunda División, en el estadio Nuevo Arcángel ante unos 8.000 espectadores. El Día Televisión y la Tv Canaria ofrecieron el encuentro en directo.

JUAN JOSÉ RAMOS, Córdoba

Te dicen al descanso que el Córdoba gana el partido y no se lo cree ni el más optimista de los aficionados andaluces. Te dicen que el partido acaba en su primera mitad con empate a cero y es también muy difícil de creer. Incluso que Nino y sus compañeros iban a desperdiciar tantas ocasiones para adelantarse, siendo el equipo más goleador del Campeonato. Pero resulta más creíble que se encajen dos goles, y uno de ellos a balón parado, y van 16 en sólo nueve jornadas. Esa sangría impide al conjunto insular una mejor posición en la tabla y el cartel de candidato de garantías al ascenso.

Es la segunda semana consecutiva en la que merece la victoria más que el rival, mucho más que el rival, y acaba perdiendo. Cero puntos de seis merecidos. Peligrosa tendencia ésta que no debe hacer dudar ni un ápice de que este estilo de juego, este dibujo táctico, hasta estos jugadores en su mayoría, son los necesarios para no desviarse del rumbo correcto, pero falta acabar convirtiéndolo en puntos también.

Espectacular salida

Acostumbrados como estábamos a ver al Tenerife salir dormido a los partidos, sorprende, gusta y hasta es de admirar lo enchufados que salieron los de Oltra al terreno de juego, recuperando su guía del centro del campo (Ricardo) y manteniendo la enorme sensación de peligro que transmite cada vez que se asoma a tres cuartos de cancha. Y eso lo hizo en un sinfín de ocasiones durante el primer cuarto de hora de la contienda. De hecho, el primer disparo fue de Alfaro a los 20 segundos de partido. Justo después la tuvo Juanlu, que a pase de Nino, estrelló su lanzamiento en un defensa (1').

No terminaban de ser ocasiones claras, pero temblaba la parroquia local por la velocidad y claridad con la que llegaban los blanquiazules al área contraria. Solía faltar un buen último pase o, directamente, un buen remate (4', 10', 12' y 14'). En una de esas acciones, aunque algo desapercibido por la abrumadora superioridad insular, un penalty por mano de Rubén (5'), que se tragó el árbitro y no observó como voluntario el asistente. ¡Qué diferencia con el de Héctor la semana pasada en el criterio arbitral!

Cerca del minuto 20 empezó a respirar el cuadro cordobés, que dio su primer susto con una dejada de Yordi para Javi Flores, que disparó fuera muy cerca del poste derecho de Luis García. Sólo hubo otra aproximación local, un cabezazo que se encontró Carpintero y envió fuera (27'). El dominio tinerfeño sólo perdió intensidad, pero no desapareció. De hecho, los silbidos de la grada se hicieron frecuentes, al ver la inferioridad de su equipo. Pero el fútbol es tan grande, que el increíble 0-0 de los primeros 45 minutos dejó paso a otra historia.

Una pesadilla más bien. La de una segunda entrega del partido, como esas segundas partes del cine que nunca fueron buenas o, que más bien, acabaron con el prestigio de la primera aparición de la saga cinematográfica en cuestión. Eso le pasó al Tenerife, que protagonizó un arranque radicalmente opuesto al anterior. Algo frío, su adversario se echó arriba en busca del primer tanto. La bronca de José González debió ser de órdago. El caso es que los suyos crearon pronto dos ocasiones de peligro, que asustaron en el bando chicharrero. Pierini cabeceó alto una falta botada al área por Cristian Álvarez (46'). Y Cendrós sacó bajo palos un remate de Javi Flores (49'), a la salida de un córner lanzado por José Vega. Las dos a balón parado. Una advertencia que no entendió el cuadro insular.

Pero tras el despiste inicial, Ricardo volvió a tomar la batuta para dirigir. Es como si el portuense no hubiera estado ausente estas dos semanas. Ha regresado al mismo nivel, ése que de mantener le consolidaría como uno de los mejores mediocentros de la categoría. Un excepcional pase suyo puso a Nino delante de Navas, pero el portero reaccionó rápido y el almeriense se quedó sin margen de maniobra (54'). No era el día del almeriense, como quedaría demostrado cuando cabeceó fuera, en inmejorable posición, un buen centro de Bertrán desde la derecha (56').

No obstante, el encuentro volvía a la lógica del primer tiempo: la enorme superioridad tinerfeña. O eso parecía. González González, casero hasta hacer pensar en la intencionalidad de esa tendencia, convirtió una falta sobre un defensor visitante, en golpe franco para los cordobeses. Cristian, con su guante, colgó al área y Pablo Ruiz se anticipó a los centrales y adelantó a su equipo (62'). Golpe casi definitivo para el Tenerife. Casi porque el decisivo llegó dos minutos después, en un penalty más que dudoso de Cendrós sobre Ceballos, que convirtió Yordi (64').

Cualquier ser humano hubiera hecho lo mismo que los jugadores blanquiazules: vagar por el campo pensando cómo era posible que el partido fuese a acabar de esa manera y qué más había que hacer para ganar. Oltra hizo los cambios, pero los suyos estaban ya derrotados. Por la falta de acierto, por la mala suerte, por...

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