Alberto Artiles
El Ejido (Enviado especial)
La expresión ‘baby boom’ se acuñó tras la segunda gran Guerra Mundial, cuando una de los paginas más oscuras de la historia dio paso a una época de prosperidad con un alto índice de natalidad. Las Palmas, aún en tiempo de penurias, también confía en los jóvenes para confirmar su progresión en El Ejido.
No le tiembla el pulso a Juan Manuel Rodríguez a la hora de dar alternativas. No hace caso de los documentos de identidad ni partidas de nacimiento. Si bien es cierto que la necesidad obliga, la realidad es que su principal fetiche es diploma de descubridor de nuevas estrellas con denominación de origen y lo demuestra cada vez que se presenta la oportunidad por perentoria que sea, como es el caso.
Contra el Poli Ejido, y con ocho ausencias notables en la convocatoria, el técnico grancanario volverá a dar galones a marchas forzadas a Francis, con puesto fijo en las últimas citas, y Sergio Suárez, tomando éste último el timón del equipo si la condición física de Merino, uno de los supervivientes, no le permite estar de inicio en el terreno de juego. Cerca de rubricar el contrato que alejará zarpas ajenas, los Suárez están en tiempo de confirmación a pesar de ser unos recién llegados.
Estos tendrán a partir de ahora que luchar por acaparar el protagonismo con los Castellano. Rodríguez ya amagó con hacer debutar a Javi contra el Eibar, pero saltó al campo Ione y vio la tarjeta, la quinta, que hoy podría darle minutos de estreno. Su hermano Dani esperará su oportunidad ante la escasez de atacantes frente a un rival que también trata de escapar del precipicio.
La falta de referentes, estrellas maltratadas por el linimento, Rodríguez la suple con ilusión y descaro. Evita experimentos, borrones en la libreta y rediseños de jugadores apostando por los Suárez y Castellano en templo maldito de ánimo adverso. A ellos no les condiciona la estadística, son demasiado bisoños.
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