Reforma de los campeonatos: no cesan los rumores.

Reforma de los campeonatos: no cesan los rumores.

02.04.2009 14:00 de Redacción esFutbol

Las especulaciones infundadas sobre la posible reestructuración de la Segunda División B no tienen límite. Ideas descabelladas siguen generándose en las mentes de algunos directivos y representantes de medios de comunicación. Sería hora de que algún mandatario federativo ofreciese una opinión oficial sobre cuáles serán las pautas a seguir. Al menos algún indicio. Sólo se recuerdan afirmaciones pesimistas sobre la creación inmediata de la Liga de Filiales por parte de Marcelino Maté, presidente de la Federación de Castilla y León. Y no le falta razón, porque hoy por hoy, todo es humo.

Los rumores que se generan, de forma interesada, desde el entorno de clubes como Balompédica Linense o Granada 74 sobre la anulación de los descensos a Tercera División en la presente temporada sólo generan perplejidad. Ante todo porque van en contra de estatutos y reglamentos federativos. Los descensos, salvo en casos muy definidos (y escasos) son inapelables. Los equipos que pierden la categoría en los terrenos de juego no tienen opciones de recuperarla en los despachos (salvo en las divisiones integradas en la LFP, Primera y Segunda A). En caso de repesca, siempre se benefician los clubes procedentes de categorías inferiores. Además, ¿cómo se puede premiar a tantas entidades que han demostrado no tener estructura ni medios para competir en la División de Bronce, aunque sea por una coyuntura económica desfavorable a nivel general?

Desde algún medio de comunicación se llega a apuntar que podrían disputarse promociones entre los últimos clasificados y que los equipos que concluyan en los puestos 17, 18 y 19 estarían salvados. Humo, nada más que humo. No hay nada al respecto, e ilusionar a los aficionados con estas especulaciones es un ejercicio nada ético.

Es curioso cómo informaciones intoxicadas son promovidas desde clubes que, además de encontrarse en una situación deportiva desesperada, con un pie en la división inferior, tampoco podrían salvarse en el plano administrativo por las deudas que arrastran en el pago de salarios a sus jugadores.