sábado, 25 de abril de 2009

El partido que todos quieren ganar

El partido que todos quieren ganar






Pablo Sánchez y Héctor, durante el choque disputado en el Estadio de Gran Canaria. LP / DLP
LA PROVINCIA

MANUEL BORREGO Ocurra lo que ocurra esta tarde en el Heliodoro nada cambiará. No se modificará la condición del CD Tenerife como aspirante al ascenso a falta de las ocho jornadas finales del campeonato. Y tampoco se alterará la pelea de la UD Las Palmas, porque aún tiene que cerrar todos los cálculos matemáticos que permitan a sus aficionados disfrutar de un plácido epílogo de temporada, pisando tierra de permanencia. Pero blanquiazules y amarillos no están dispuestos a acabar el día de hoy con otro sabor que no sea el de la victoria.


El derbi, en cualquier lugar del planeta donde quiera que se dispute, es el partido que todos desean ganar. Se juega con el corazón, pero su desenlace se resuelve con la cabeza. A pesar de que durante toda la semana hemos leído y escuchado los mensajes de los protagonistas expresando sus patrióticos deseos, son los técnicos los que en frío han debido exponer las ecuaciones previas en la pizarra, para que sus respectivos jugadores dificulten o vulneren los sistemas del adversario.


En el Tenerife, Oltra dibuja el equipo que le está dando los óptimos resultados de la segunda vuelta. Puede contar con Alfaro (la pesadilla del Estadio de Gran Canaria), recuperado de las molestias sufridas durante la semana. Y en la UD, su colega Vidales podría esconder algunas soluciones para frenar a los blanquiazules, primero, y desplegar la sorpresa, después.


Las Palmas llega en un buen momento al derbi. Ha recuperado la moral y ha ampliado el terreno que disponía con respecto a la zona de descenso. Si había algún momento propicio para visitar el Heliodoro no ha podido elegirlo mejor el calendario.


Algunos detalles en el equipo amarillo son incógnitas. Incluso la confección de su convocatoria final puesto que Javier Vidales ha desplazado a Santa Cruz a la totalidad de los efectivos de la plantilla, incluyendo al lesionado Cobas, que ayudará con su testimonial presencia.


El derbi no dejará indiferente a nadie. Canarias se paralizará ante el televisor para disfrutar de una gran jornada de fútbol. Y la historia tendrá un hueco para lo que hoy suceda en el Heliodoro, un estadio que por segunda vez abarrotará su aforo desde que fue remodelado. 22.500 apasionados, tres puntos en juego y un algo más que sólo se comprenderá cuando los portadores de los escudos de ambos clubes vuelvan a cruzarse.

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