sábado, 25 de abril de 2009

¿Qué chorreo?

¿Qué chorreo?

25 de Abril de 2009


Han asistido los jugadores del Tenerife como meros espectadores al proceso de mutación de su imagen que les ha preparado durante la semana alguna porción voraz de nuestros colegas canariones. Afanada la prensa vecina en colgar del representativo una injusta etiqueta de equipo prepotente, hasta se ha hablado de vocación de goleada y chorreo cuando la realidad, tozuda, es que nadie ni por asomo ha abierto la boca siquiera lo suficiente como para decir que, efectivamente, puede ganar el Tenerife… y con holgura. No hay autosuficiencia sino lo contrario, más bien humildad, que es la bandera que izan esta semana los jugadores locales y su entrenador, que bien saben cómo hay que manejarse en vísperas de derbi

Tiene la suerte el representativo de contar un profesional así, como Oltra, de fuera pero sabedor con creces de la trascendencia del envite y de cómo cocinarlo. Una receta con los mensajes apropiados, la motivación precisa y el fútbol de siempre ha sido la escogida por el valenciano para poner a punto un partido que no necesita condimentos. Tanto es así, que podría decirse que llega más preparado el equipo que su afición al clásico gigante de esta tarde en el Heliodoro. Transmite seguridad en sí mismo el cuadro blanquiazul mientras emerge cierto halo de desconfianza a su alrededor, escamado y prevenido el entorno por la crónica maldita de los clásicos en blanco y negro. Eran tiempos distintos, aquellos donde aún era un muro la Unión Deportiva y parecía el Tenerife un rival quebradizo y frágil en partidos como éste.

La historia cambió, y bueno es que recuerde. Resulta casi abrumadora la superioridad blanquiazul en los últimos derbis –Ramírez aún no ha ganado ni uno– y también lo es la diferencia sideral en la clasificación, la inmaculada racha blanquiazul en liga, el juego portentoso del equipo y sobre todo las sensaciones. Es altamente improbable todo lo que no sea victoria blanquiazul esta tarde; aún así, no habrá nadie que encuentre a un solo jugador del Tenerife que haya hecho gala de soberbia, arrogancia, petulancia ni vanidad. Doy fe más bien lo contrario, pues respeto es lo que ha transmitido este equipo señor. Y no sólo por su fútbol.

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