La creación de la Liga de filiales revolucionará el fútbol español y condicionará los descensos de Segunda B esta misma temporada. Por este motivo, la Comisión de Clubes de esta categoría, en la que uno de sus integrantes es el presidente del Cádiz, Antonio Muñoz, se reunirá hoy en Madrid con la Federación para analizar la situación.
Los precursores de la Liga de filiales se han empeñado en que comience la próxima temporada, por lo que están acelerando las gestiones para decidir qué clubes ocuparán las vacantes que dejarán los dieciséis equipos filiales que actualmente compiten en la categoría de bronce.
Una de las propuestas consiste en que estas plazas sean ocupadas por los cuatro últimos de cada grupo, por lo que sólo se producirían dos descensos, que podría ser uno si el Sevilla Atlético no consigue la permanencia en Segunda A. Esta medida beneficiaría a equipos de la provincia como el San Fernando, el Portuense y la Balona, siempre que resuelvan sus problemas económicos.
Reestructuración
La Federación se está planteando muy seriamente reformar una categoría que es un pozo económico y deportivo para todos los clubes y está estudiando la posibilidad de reducir la Segunda B en dos grupos aprovechando la retirada de los filiales y teniendo en cuenta que muchos clubes ni siquiera acabarán la temporada por motivos económicos.
La reforma puede llevarse a cabo en dos años. La categoría quedaría reducida a tres grupos en la siguiente temporada, mientras que la 2010-11 comenzaría con dos: el grupo norte y el grupo sur.
De todas formas, hay muchos intereses creados y habrá que ver en qué acaba toda esta historia, ya que los clubes poderosos ejercen presión para que su primer filial siga competiendo en categoría profesional a la vez que otro de sus equipos compite en la Liga de filiales.
En el Grupo I hay siete clubes dependientes de su primer equipo: Bilbao Athletic, Celta B, Real Sociedad B, Racing B, Deportivo B, Sporting B y Valladolid B; en el II hay cuatro: Murcia B, Real Madrid Castilla, Atlético B y Las Palmas B; en el III hay cuatro: Villarreal B, Barcelona B, Osasuna B y Valencia B; mientras que en el IV sólo está el Betis B.
Cualquiera de ellos puede ascender a Segunda A esta campaña y jugar un máximo de dos años en la categoría de plata. A la tercera temporada, si no ha descendido antes por méritos deportivos, pasará a la Liga de filiales y su puesto en Segunda será ocupado por otro equipo. La Voz digital |
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