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La ilusión desplegada por los amarillos durante la pretemporada encontró su refrendo en los primeros sesenta segundos de partido. El tiempo suficiente para el primer ataque de los de Rodríguez. Dani López, encargado de la estrategia, tiró un saque de esquina al primer palo donde apareció Márquez para adelantarse a la zaga donostiarra y enviar el balón al larguero. La ilusión crecía por momentos.
El dominio grancanario fue tal que la Real no llegó a condominios de Santamaría hasta el 17', con una jugada de peligro que ni siquiera culminó en disparo, en su única aproximación de la primera mitad. Las ocasiones se sucedían en terreno rival y Las Palmas acumulaba méritos para abrir la cuenta goleadora.
Con el crono a punto de marcar el camino hacia vestuarios, llegó una jugada que increíblemente no acabó en el fondo de las mallas. Márquez remató por dos ocasiones con el meta superado, y la zaga txuri-urdin resolvió en sendas ocasiones bajo palos.
Sin embargo, Las Palmas volvió al terreno de juego tal y como había culminado los primeros cuarenta y cinco minutos. Apenas habían pasado dos minutos de este nuevo período, y Sergio Suárez rompió la línea defensiva local para marcharse solo hacia la meta defendida por Bravo. El gemelo se tiró hacia la derecha del chileno y buscó la meta vacía. El balón, que llevaba marchamo de gol, se estrelló caprichoso en la base del poste, en el segundo palo de la tarde.
Despierta la Real
Juan Manuel Rodríguez buscó arsenal en su banqueta y ofreció el debut a Saúl. Lillo contrarrestó la apuesta ofensiva con la incorporación de Gerardo al lateral derecho, aumentando de tres a cuatro efectivos su línea de retaguardia. La estrategia pareció dar resultado para los locales, que comenzaron a jugar mejor y a mandar en el partido. Las Palmas, entretanto, se mostraba fuerte y efectiva atrás ante las oleadas donostiarras.
Y sucedió lo que nadie quería, pero todos temían. Apenas restaba algo más de diez minutos para la conclusión del choque y una falta al borde del área fue fatal para el destino de los amarillos. Sergio Suárez elevó su disparo por encima de la barrera y colocó el esférico junto a un palo, penetrando al fondo de un prácticamente inédito Santamaría. El jarro de agua fría heló a la UD Las Palmas.
El corazón dejó atrás a la cabeza y los de Rodríguez lo intentaron a la desesperada en los últimos compases del choque. Pero la Real, adelante en el marcador, estaba cómoda sobre el césped. A la contra y buscando que los minutos pasaran a su favor, encontró incluso ocasiones para aumentar la injusta victoria. Algún retazo ofensivo mostraron los amarillos, pero ya sin fuerza para equilibrar el duro golpe recibido.
udlaspalmas.es
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