Martes 12 de Agosto de 2008 07:28 |
La Federación comunicó ayer que el club no estaba al corriente de pagos el 31 de julio y la entidad blanquirroja anuncia que acudirá al Juzgado J. L. GARCÍA ÍÑIGUEZ | LOGROÑO El Logroñés no es ya equipo de Segunda división B. Así se lo comunicó ayer la Federación Española tanto al club como a la Riojana. El texto enviado desde Madrid no especifica, sin embargo, en qué división queda la entidad blanquirroja, aunque parece claro que es en Tercera. «Queda excluido de la Segunda división B», dice. La Riojana se pregunta por qué el comunicado no habla con mayor claridad, como en otras ocasiones. La historia de este descenso ha sido rara. Hasta en su último capítulo. La ambigüedad terminológica empleada por la Española no tiene, de momento, explicación. La tendrá en la mañana de hoy. Será entonces cuando la Española dé las indicaciones a seguir tras el descenso del club blanquirrojo. «Tenemos claro que el siguiente paso del Logroñés es la Tercera, aunque no se especifica», decía ayer Luis Mendoza, presidente de la Federación Riojana. Otro punto llamativo. Al club blanquirrojo se le excluye de Segunda B por no estar al corriente de los pagos el 31 de julio. Sin embargo, la comisión mixta le dio un nuevo plazo de 24 horas. Para obtenerlo, el Logroñés tuvo que enviar un pagaré en la noche del día 31. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) no encontró garantías en esa forma de pago. Si las hubiera habido y plenas, no habría hecho falta que los jugadores retirasen las denuncias. El resto de la historia es sobradamente conocida. Dos futbolistas retiraron fuera de plazo sus denuncias. El Logroñés dio sin querer dos argumentos en su contra a la AFE y la comisión mixta. No se alcanzó el acuerdo a tiempo con todos los jugadores y no había garantías en el pagaré. El segundo ha sido suficiente para descender al conjunto riojano. En virtud de este incumplimiento, la Española aplica su artículo 104, apartado 2, párrafo B de su Reglamento General: «Cuando el club moroso fuera de los que militaron en Segunda B o Tercera división, no podrá participar en la que, por su puntuación, hubiera quedado integrado al término de la temporada anterior, pudiendo sólo hacerlo en la inmediatamente inferior». Se deduce que el Logroñés se va a Tercera. Otro aspecto importante del comunicado de la Federación Española. La resolución agota la vía deportiva. Es decir, el Logroñés no puede reclamar al Comité de Competición como se planteó en alguna ocasión. Sólo quedan los juzgados. Y ahí acudirá. Solicitará medidas cautelares el 1 de septiembre, porque en este mes de agosto sólo son hábiles los juzgados de guardia, que sólo atienden cuestiones penales. Si las cautelares fueran admitidas, con la competición iniciada, la cuestión se enredaría aún más. Decisión tomada Pero lo cierto es que, ahora mismo, el Logroñés debe pensar como equipo de Tercera. De hecho, lo de ayer sólo fue la confirmación. Porque la decisión estaba ya tomada desde hace diez días. El resto ha sido un puro retraso de la Española. Asuntos burocráticos. El futuro blanquirrojo es ahora una incógnita. El actual gestor, Javier Sánchez insiste una y otra vez en que el equipo está en Tercera. Pero no es fácil. Faltan sólo veinte días para el arranque liguero y el Logroñés no tiene nada. Los jugadores que tenían contrato, quedaron ayer desligados del club. Del cuerpo técnico, sólo Edu García y Raúl Llona continúan. Con Eduardo Vílchez se anunció un acuerdo, pero cuando el club estaba en Segunda B. En las oficinas de Las Gaunas ya no hay ni secretaria. Incluso el presidente, Juan Hortelano, está desaparecido. Demasiadas puertas abiertas a la incertidumbre. Con poco tiempo por delante. Desde dentro del club se habla de un plan de viabilidad, de saber a qué se enfrenta la entidad. Algo hay seguro: hace falta dinero. Ya no valen pagarés. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario