El Raqui se queda sin premio
Pese a la victoria parcial, el conjunto sureño no pudo lograr el ascenso de categoría en una eliminatoria que finalizó con una batalla campal
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| Al finalizar el encuentro comenzó la pelea entre jugadores. / E. pérez | |||
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José Carlos Hernández
San Isidro
El San Isidro tendrá que esperar una temporada más para regresar a la Tercera División al caer la eliminatoria de ascenso ante el conjunto grancanario del Teror. Los pupilos de Toni Ayala jugaron con mucha presión y pese a que el partido concluyó en victoria local 2-1, la diferencia de goles del encuentro de ida (4-2) fue insalvable.
Destacar los graves incidentes que ocurrieron al término del partido cuando los jugadores visitantes celebraban el ascenso, y se vieron envueltos en una auténtica batalla campal, donde a pesar de la actuación de las Fuerzas del Orden Público, los puñetazos y patadas volaron sin que nadie fuera consciente de lo que es este juego, y que hay que erradicar la violencia del fútbol.
El encuentro fue de dominio alterno, el conjunto dirigido por Toni Ayala sorprendió en sus planteamientos, ya que Sanfiel actuaba como hombre más adelantado junto Aday o Pancho, ya que arrastraba unas pequeñas molestias. El San Isidro no era capaz de aguantar el centro del campo, y desde atrás jugaba muy directo buscando al central. Por su parte el Teror, gustó y mucho en su visita a La Palmera, con chicos muy jóvenes pero con las ideas bastante claras. Con un claro 4-4-2, se limitaban salir a la contra cuando podía, y cuando era el conjunto local quien tenía el esférico, se rearmaba con un buen repliegue dejando muy pocos espacios. La primera oportunidad la dispuso Sanfiel en un cabezazo que se estrelló en el palo de la meta de un Carlos, que salvó a su equipo.
El 0-1 llegaría en el minuto quince en una semivolea de Josué dentro del área que batía a Yeray. El San Isidro lo siguió intentándo, más con el corazón que con la cabeza pero el gran planteamiento del técnico visitante lo evitaba. El Teror se limitó hacer su encuentro, salir a la contra muy rápido, y dejar que el conjunto local no jugara el balón en la zona defensiva, con una buena presión ejercida por sus delanteros e interiores, que tapaban las líneas de pase. Cuando el árbitro iba a dar por finalizada la primera mitad, Steven de un gran cabezazo tras una falta sacada por Domingo Yeray, establecía el empate y La Palmera rugía en busca de la remontada.
Tras la reanudación, el cansancio físico y el calor reinate pasaron factura al conjunto de Toni Ayala al que le faltaron las fuerzas y empuje. Seguían pasando los minutos y el guión no cambió, con un equipo visitante que veía el objetivo más cercano, y falta de confianza por los locales que sólo inquietaban en balones largos, o faltas sacadas desde un lateral, ahí intervenían Sanfiel y Victor Cortés hombres de gran envergadura, que ponía en serios aprietos a Carlos. Ya en tiempo de descuento, Dani establecía el 2-1 que llegaba demasiado tarde. El Teror regresa a la Tercera División por méritos propios.
San Isidro
El San Isidro tendrá que esperar una temporada más para regresar a la Tercera División al caer la eliminatoria de ascenso ante el conjunto grancanario del Teror. Los pupilos de Toni Ayala jugaron con mucha presión y pese a que el partido concluyó en victoria local 2-1, la diferencia de goles del encuentro de ida (4-2) fue insalvable.
Destacar los graves incidentes que ocurrieron al término del partido cuando los jugadores visitantes celebraban el ascenso, y se vieron envueltos en una auténtica batalla campal, donde a pesar de la actuación de las Fuerzas del Orden Público, los puñetazos y patadas volaron sin que nadie fuera consciente de lo que es este juego, y que hay que erradicar la violencia del fútbol.
El encuentro fue de dominio alterno, el conjunto dirigido por Toni Ayala sorprendió en sus planteamientos, ya que Sanfiel actuaba como hombre más adelantado junto Aday o Pancho, ya que arrastraba unas pequeñas molestias. El San Isidro no era capaz de aguantar el centro del campo, y desde atrás jugaba muy directo buscando al central. Por su parte el Teror, gustó y mucho en su visita a La Palmera, con chicos muy jóvenes pero con las ideas bastante claras. Con un claro 4-4-2, se limitaban salir a la contra cuando podía, y cuando era el conjunto local quien tenía el esférico, se rearmaba con un buen repliegue dejando muy pocos espacios. La primera oportunidad la dispuso Sanfiel en un cabezazo que se estrelló en el palo de la meta de un Carlos, que salvó a su equipo.
El 0-1 llegaría en el minuto quince en una semivolea de Josué dentro del área que batía a Yeray. El San Isidro lo siguió intentándo, más con el corazón que con la cabeza pero el gran planteamiento del técnico visitante lo evitaba. El Teror se limitó hacer su encuentro, salir a la contra muy rápido, y dejar que el conjunto local no jugara el balón en la zona defensiva, con una buena presión ejercida por sus delanteros e interiores, que tapaban las líneas de pase. Cuando el árbitro iba a dar por finalizada la primera mitad, Steven de un gran cabezazo tras una falta sacada por Domingo Yeray, establecía el empate y La Palmera rugía en busca de la remontada.
Tras la reanudación, el cansancio físico y el calor reinate pasaron factura al conjunto de Toni Ayala al que le faltaron las fuerzas y empuje. Seguían pasando los minutos y el guión no cambió, con un equipo visitante que veía el objetivo más cercano, y falta de confianza por los locales que sólo inquietaban en balones largos, o faltas sacadas desde un lateral, ahí intervenían Sanfiel y Victor Cortés hombres de gran envergadura, que ponía en serios aprietos a Carlos. Ya en tiempo de descuento, Dani establecía el 2-1 que llegaba demasiado tarde. El Teror regresa a la Tercera División por méritos propios.
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