Estoy consternado, y no quiero hablar de ello en el post que se abrió para hablar del partido de fútbol entre el Vecindario y el Fuerteventura, porque esto, amigos míos, no es fútbol.
El Fuerteventura es un club señor, que está ahí arriba por méritos propios después de ascender el año pasado desde la Tercera División, que de aquí para atrás no le hizo falta regalarle nada a nadie ni de que le regalaran ni un solo punto para estar arriba del todo, porque tiene un gran plantel de jugadores como ha demostrado en nuestro estadio.
¿Por qué comprar un partido señores? ¿De verdad les hacía falta esto para jugar la liguilla de ascenso?
Si por lo menos hubieran primado al Alcorcón para que ganara al Rayo, o al Santa Brígida para que ganara al Pontevedra, pues vale, porque eso es un incentivo para aquél que realiza su trabajo con excelencia. Y no es amañar un partido, al contrario, porque consigue que los equipos salgan con motivación al campo y peleen como lo hubieran hecho si el partido fuera en la segunda jornada y no en la penúltima. No se si me entienden...
Pero esto... Esto es un engendro. Esto no es deporte. Y me da mucha pena, muchísima, por esos jugadores que pelean como jabatos, pero sobre todo, por una afición, la del Fuerteventura, que no merece que a su escudo se le tache de tramposo, que no merece que su camiseta sea ninguneada. Al que realizó o a los que realizaron las llamadas, por favor, MÁRCHENSE DEL FÚTBOL.
Y para asegurarnos de que eso ocurre, ruego a la directiva de mi equipo. la directiva del Vecindario, que lleve este asunto hasta las últimas consecuencias legales, porque solo así conseguiremos liberarnos de una vez por todas, de los tramposos del fútbol.
P.D.: Gracias Javi Muñoz. Gracias Rubén López. Gracias Vladimir. Gracias por su integridad. Gracias por su profesionalidad. Gracias por hacerme sentir orgulloso de estos colores. Gracias.
Cochinero
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