Tres puntos para volver a creer
CARLOS JORGE (MADRID) | Esa montaña rusa en la que anda subido el Tenerife esta temporada le lleva ahora a creer que el primer puesto es de nuevo un objetivo posible. Los de Andrés García Tébar recuperan esa sensación después de derrotar con justicia al Rayo Vallecano B (0-2) y, claro está, por el tropiezo del Real Madrid Castilla en su visita al San Sebastián de los Reyes
(1-1). La distancia con esa posición de privilegio que ostenta el
cuadro blanco es de cuatro puntos, justo los mismos que antes del duelo
frente a La Roda. Fueron Zazo y Raúl Llorente, muy al final, los que hicieron realidad con sus goles una nueva victoria canaria.
La presencia del equipo blanquiazul en
la instalación vallecana respondió inicialmente a lo esperado. Los de
García Tébar querían dominar a un rival que, eso sí, tiene en el fútbol
su principal aval. Gusta de jugar al Rayo B y eso fue bien recibido por
el conjunto isleño. La primera clara fue para el Tenerife. Se elevó, y
mucho, Pablo Sicilia para cabecear una falta bien ejecutada por Chechu. La buena intervención de Ismael Gil impidió el cero a uno (9’). Luego, Kike López golpeó con potencia aunque escasa precisión.
El dominio era insular y así se reflejó
en el marcador. De nuevo Chechu puso en movimiento una falta, Zazo pescó
un balón en el área y casi sin querer lo envió a la portería. Pablo
Sicilia, en fuera de juego y de manera inteligente cuando estaba casi en
línea, se limitó a dejar entrar el esférico (17’). Marcó el Tenerife,
mandaba el Tenerife. Sin embargo, los locales reaccionaron. Nada de
bajar los brazos a pesar del potencial de su oponente y de verse por
detrás en el inexistente marcador de la Ciudad Fundación del Rayo Vallecano.
Nono le echó algo de
pimienta a la ofensiva rayista con un remate que se fue alto (34’), pero
que supuso una acción de claro peligro para los dominios del
bicentenario Sergio Aragoneses. Seguía vivo el combinado canario y así lo demostró Aridane
con un cañonazo con la idestra que obligó de nuevo a Ismael Gil a
emplearse a fondo. Luego, Kike López no pudo enganchar el rechace del
acertado meta local. Así se liquidó una primera parte con un Tenerife
mejor en su parte inicial y un Rayo B crecido en el último tramo del
primer acto de esta igualada contienda.
Los de Jimeno mandaron en el juego en el
inicio de la segunda parte, por lo menos en el arranque de la misma,
pero los blanquiazules dieron sus sustos en la ofensiva. Kike López
peleó un balón dividido, que al final le sacó Ismael Gil. Luego le
tornó el turno al activo Alberto Perea. No dio con la
portería de Aragoneses (50’). Y a vueltas el Tenerife con una acción de
peligro. A balón parado, lección perfectamente aprendida por los hombres
de García Tébar. La puso en movimiento desde la esquina el especialista
Chechu y Tarantino le ganó a todos menos a Ismael Gil, que volvió a sacar una mano milagrosa para los suyos (59’).
Aragoneses no iba a ser menos. Gran intervención del de Porriño, a cabezazo casi a bocajarro del grancanario Rayco (62’). Pasaban los minutos. Buena noticia para el Tenerife, que seguía por delante. La tuvo, y clarísima, Chechu. Jaime Guadaño le regaló la bola al ex del Girona,
quien buscó una mano a mano con Ismael Gil, cuando lo tenía todo para
resolver sobre la salida del portero vallecano. Le ganó la partida el
local (75’). De nuevo empujaba el Tenerife. La ganó por arriba Aridane y
Ferrán Tacón, ya en el campo tras suplir a Kike López,
la mandó a las nubes cuando lo tenía todo a su favor para hacer el cero
a dos (80’).
El Rayo B no iba a entregar la cuchara. Así, en un fallo defensivo, Mata,
escorado a la izquierda, casi le regaló el balón a Aragoneses (81’).
Estaba en una muy buena posición, pero no tuvo acierto. Sufrimiento
desmedido. Un saque de banda que era para el Tenerife y que Gil Coscolla
convirtió en favorable para los locales. Tocaba correr para defender.
El balón llegó al corazón del área visitante y Raúl Llorente, en su
intento de despeje, impacto con Zazo. El esférico tomó dirección a la
portería insular, y se marchó a centímetros del larguero. De locos.
Solo lograron respitar aliviados los
blanquiazules y su espectacular afición cuando en el minuto 94, sí, en
el 94, Raúl Llorente corrió toda la banda izquierda para ofrecerle un
apoyo a Aridane. El atacante grancanario le entregó el cuero a
su compañero, quien fusiló sin miramientos a un ahora superado portero
rayista. Fue la sentencia de un triunfo revitalizante y que permite
creer de nuevo en que el liderato puede (y quizá debe) ser una realidad
al finalizar la actual campaña.
Rayo Vallecano B: Ismael Gil; Owusu, Roberto, Mario, Jaime Guadaño, Cuerva, Nono, Jorge, Alberto Perea (Dani, 80’), Rayco y Leo (Mata, 69’).
CD Tenerife: Sergio
Aragoneses; Cristóbal, Pablo Sicilia, Tarantino, Raúl Llorente; Chechu,
Marcos Rodríguez, Zazo (David Medina, 88’), Kike López (Ferrán Tacón,
65’); Luismi Loro (Perona, 74’); y Aridane.
Árbitro: Vicente Gil
Coscolla, del comité valenciano. Asistido por Marcos Daniel Saenen
Álvarez y Javier Moltó Egea. Expulsó con doble amarilla al local Rayco
(92’). Además amonestó a los locales Roberto (17’), Owusu (22’), Bielsa
(27’), Nono (67’) y Alberto Perea (79’); y a los visitantes Zazo (31’),
Kike López (36’), Cristóbal (60’), Raúl Llorente (65’) y Aridante (89’).
Goles: 0-1 (17’):
Álvaro Zazo aprovechó una falta lejana ejecutada por Chechu y golpeó el
balón que Pablo Sicilia, en posición de fuera de juego, acompañó el
balón hasta el fondo de la meta local. 0-2 (94’): Raúl Llorente, con un
potente zurdazo, tras un pase de Aridane.
Árbitro: Campo de
Fútbol Ciudad Fundación Rayo Vallecano. Mañana fría y terreno de juego
duro y con el césped más alto de lo habitual. Alrededor de 700
espectadores. El máximo mandatario del Tenerife y el director deportivo
de la entidad, Miguel Concepción y Pedro Cordero, respectivamente,
presenciaron el partido desde el campo del filial vallecano. Alrededor
de un centenar de aficionados animaron a los jugadores del
representativo. El exblanquiazul Aitor Núñez no pudo ser alineado en el
equipo local por lesión. Sergio Aragoneses alcanzó los 200 encuentros de
Liga y se convirtió en el portero con más choques disputados en la
historia del club tinerfeñista.
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