El español Carlos Sainz y el francés Cyril Despres, ganadores en autos y moto del Rally Dakar-2010, respectivamente, anunciaron a sus rivales una lucha feroz para defender sus títulos en la presente edición, que largó este sábado en Buenos Aires con 407 vehículos.
El suspenso es entero en las dos categorías. A primera vista, ningún piloto tiene una ventaja aparente sobre sus adversarios. Y ni siquiera la primera etapa, de 377 km de enlace entre la capital argentina y la población de Victoria, permitirán hacerse a una idea de cómo están las cargas.
Por lo pronto, la pelea por el título se hace supremamente interesante, y de ello fueron testigos decenas de millares de porteños que acudieron al Obelisco, el más emblemático monumento de Buenos Aires, para saludar a los pilotos de los 407 vehículos inscritos (140 autos, 170 motos, 30 cuadriciclos y 67 camiones).
Según las autoridades argentinas, unos cuatro millones de espectadores se esperan en las diferentes rutas de ese país cuando la inmensa caravana busque Chile.
“Conozco Argentina desde hace muchos años cuando disputaba el campeonato mundial de rally (WRC). Y es muy cierto que el Dakar tiene el éxito garantizado viniendo a este país”, consideró Sainz, de 48 años y doble campeón mundial de rally (WRC) en 1990 y 1992.
El experimentado piloto madrileño goza de una inmensa simpatía entre los argentinos luego de su triunfo en el Dakar-2010. Un éxito obtenido con apenas 2 minutos y 12 segundos sobre su compañero en Volkswagen, el qatarí Nasser Al-Attiyah.
“Espero que (la carrera) no se apriete tanto como el pasado año. (…) Si llego al final de la prueba en las mismas circunstancias, espero que sea con más de 2, 3 ó 5 minutos de diferencia”, anotó Sainz.
“El año pasado era mi primer año con Volkswagen. Pero este año voy a intentar ganar”, le respondió Al-Attiyah al madrileño. Los dos pilotos restantes Volkswagen, el sudafricano Giniel de Villiers, vencedor en 2008, y el estadounidense Mark Miller, también podrían jugar un papel interesante por el título.
En las motos, el descenso de las cilindradas a 450 centímetros cúbicos para todos los pilotos debería nivelar la competencia, lo que podría entenderse como un primer obstáculo para el francés Despres (KTM) en su intención por retener con éxito su corona.
“Sobre el papel la carrera está abierta para todos por la calidad de los plitos en cada equipo”, observó Despres, triple vencedor del Dakar, que deberá cuidarse, en particular, del chileno Francisco ‘Chaleco’ López (Aprilia), su compatriota David Casteu (Sherco) y sobre todo del español Marc Coma (KTM), su gran rival
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