La UD Lanzarote se queda sin gestora y el Vecindario anuncia su disolución
JORNADA, S/C de Tenerife
La UD Lanzarote y la UD Vecindario viven bajo la incertidumbre. La junta gestora del club conejero, nacida hace ocho días, presentó ayer su dimisión. Por su parte, el club de Santa Lucía de Tirajana creó en la asamblea extraordinaria que celebró el jueves una comisión para su disolución. La participación de ambos en Segunda División B la nueva temporada queda en el aire. El Castillo, equipo de Tercera que ya ha anunciado que hará su proyecto pensando en una categoría superior, yel Tenerife B, último campeón del Grupo Canario, se mantienen a la espera de acontecimientos.
La UD Lanzarote informó ayer de la dimisión de los miembros de la junta gestora que regía la entidad desde el día 9 de este mes. El motivo de la renuncia se explica en la falta de respuesta del Cabildo conejero a la solicitud del pago del patrocinio de la anterior temporada. La Corporación lanzaroteña aún no ha aprobado los presupuestos para este año y el deporte conejero sufre este retraso, hasta el punto que el Lanzarote Yaiza Tías de fútbol sala está próximo a ser excluido de su Liga.
La solución para la supervivencia de la UD Lanzarote, que esta semana ya había comenzado a abordar las renovaciones de su última plantilla, se hará esperar hasta el próximo miércoles cuando celebre una nueva asamblea general extraordinaria en la que se informará del estado económico del club y se estudiará el plan de viabilidad que la junta gestora había proyectado.
El Vecindario agoniza.- La UD Vecindario, por su parte, sufre la mayor crisis de su larga historia. El club blanquinegro, que militó en Segunda A la 2006-2007, se da de plazo hasta el día 31 para conseguir los 200.000 euros que le faltan para saldar su deuda con los jugadores y poder seguir compitiendo en Segunda B. Un descenso federativo no lo soportaría, por eso la entidad creó una comisión liquidadora que concluiría su labor el 15 de agosto con la desaparición del club.
"Si no jugamos en la Segunda B, el club no tiene viabilidad alguna porque perdería todas sus subvenciones públicas, por eso se ha propuesto la disolución si no alcanzamos a final de mes el dinero que precisamos", explicó ayer a Efe el directivo Roberto Rodríguez.
Esperanza majorera.- Por su parte, la UD Fuerteventura continúa negociando contrarreloj con los jugadores de su última plantilla una forma de pago aplazada de la deuda que el club mantiene con ellos. Manuel Magdalena, el nuevo presidente, se muestra optimista sobre el resultado de sus gestiones y más cuando ha encontrado apoyo en el alcalde de Puerto del Rosario, Marcial Morales, que intentará evitar que el club verdillo desaparezca, pese a que su deuda acumulada es millonaria.
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