sábado, 1 de junio de 2013

El grupo claretiano se desconecta en el tercer cuarto tras una técnica en el descanso a Pedro Martínez

Se apagó la luz en el Palau

El grupo claretiano se desconecta en el tercer cuarto tras una técnica en el descanso a Pedro Martínez


(Foto: acbphoto)

Báez, rodeado entre tres azulgrana.
David Ojeda / Barcelona - Enviado Especial
Tras dominar la primera mitad bajo los mismos cánones que doblegaron al Baskonia, el Gran Canaria concedió el primer partido de la serie en las semifinales. Una técnica a Pedro Martínez y la posterior desconexión hicieron del resto del partido un páramo inaccesible para los claretianos.
Ryan Toolson estuvo. No quiso faltar a pesar de que los 203 centímetros de Nocioni le habían lastimado la rodilla izquierda. El de Arizona se sabía observado, consciente de lo que había crecido su cotización tras los dos partidos ante el Baskonia en los que los impedimentos físicos no aparecieron.
Su presencia en la pista debía ser un chute vitamínico para sus compañeros, ya motivados por el relieve de la contienda. Aunque el Granca demostró, desde el primer bote, saber perfectamente qué hacer sin su principal referente anotador sobre la cancha.
El comienzo fue de catálogo, justo lo que se esperaba. La lectura sobre la pista claretiana volvió a ser impecable; el dominio de todos los fundamentos exprimidos inmejorable. El Barcelona era consciente de que la diferencia de envergadura, a priori, debía darle superioridad en el juego al poste. Así empezó su partido, intentando castigar siempre por dentro con Tomic y Wallace.
La idea de Pascual dio un resultado efímero. El acceso a canasta, siempre buscado desde las penetraciones de Marcelinho Huertas, pronto fue bloqueado por la defensa insular. De nuevo titánico Eulis Báez ante un rival más grande en el poste bajo.
De un 6-3 del Barcelona, el partido entró en una línea temporal en la que el ritmo del marcador siempre fue gestionado por el Gran Canaria. En principio limitado por sus lastres físicos, la rotación claretiana exprimió sus argumentos: Nelson explotó su capacidad para jugar abierto para romper desde fuera. Báez añadió su coraje en la zona y también en el perímetro y las penetraciones salvajes de Newley. Con eso las ventajas se fueron acrecentando hasta llegar al 16-21 con el que se agotó el primer cuarto.
Rompiendo lo establecido, cuando el ritmo anotador del partido entró en cintura, peor lo pasó el Gran Canaria. Más habituado a llevar el partido al punto a punto. Toolson saltó a pista y Pascual le colocó a Oleson en plan ladilla. La defensa del exterior americano, unido a sus cinco puntos consecutivos ensuciaron el camino claretiano (22-24).
Spencer Nelson asumió responsabilidades. Mejoró su relación con el aro y en sus habituales ataques a través de toda la pista fue cargando al Barcelona de personales.
La tecla Toolson no funcionaba. La condescendencia de los árbitros con cada uno de sus defensores y su poca inteligencia defensiva hicieron que Pedro Martínez lo sentara con dos  personales a  2.32 para el descanso. El partido se tensó. Navarro, del que no había noticias hasta entonces, enchufó cinco puntos de corrido y comprimió el encuentro hasta el 29-30 con el que se llegó al descanso.
Desconexión.
La poco ecuánime discrepancia de criterios motivó que en el vestuario García Ortiz pitara técnica a Pedro Martínez en el intermedio. A la vuelta Juan Carlos Navarro anotó los dos tiros libres y un triple tras el saque de banda. El Barça tomaba ventaja por primera vez tras el salto inicial y lo hizo fruto de una decisión arbitral (34-30).
El encuentro entró en epilepsia. El Gran Canaria se descontroló, condicionado por el arbitraje, y un Barça más sereno y con el viento a favor fue aprovechándolo hasta que una canasta de Víctor Sada (42-36) obliga Pedro Martínez a solicitar un tiempo muerto para intentar frenar la inercia.
El Gran Canaria se encontró con el barro hasta el cuello y el Barcelona encontró todos los recursos que tenía desajustados en el primer cuarto. Encontró el acierto exterior en las acciones de tiro de Sada y Navarro, y un triple de CJ Wallace puso la máxima ventaja culé en el marcador (50-38, a 3.00 para acabar el tercer cuarto).
Toolson estaba fuera de órbita, errático y descentrado. Solo Newley y Nelson tenían sintonía para no perder la correa del partido, pero otra vez Wallace en el juego de perímetro desnortaba a los canarios (53-43) tras un tiempo de Pascual para evitar que el Granca volviera a engancharse al partido.
A 1.57, Toolson anotó su primera y única canasta. Los dos primeros aportados por un jugador de banquillo (67-59). El envite parecía desperdiciado, sobre todo cuando el Barça ya se había ido 15 arriba (67-52). Entonces el Palau tembló. Dos canastas consecutivas, una de Newley y otra de Nelson, acercaron el tanteador pero Toolson falló un triple clave. Ahí se acabó la historia, con dos tiros libres de Navarro.

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