Año 2012 de la Unión Deportiva Las Palmas: el regreso de la ilusión
Desde Juan Manuel Rodríguez hasta Sergio Lobera, desde la permanencia hasta el ascenso, desde el desorden al modelo implantado, desde el pesimismo al optimismo, desde el ostracismo hasta el primer plano mediático. El equipo grancanario ha vivido un año con muchos cambios donde lo que prima es la creencia de que este club puede volver a ser un grande.
A continuación ofrecemos un resumen de todo lo que han sido el último ciclo anual para la Unión Deportiva Las Palmas, el año del regreso de la ilusión.
Un comienzo complicado
Si echamos la vista atrás, nos queda muy lejano aquel 7 de enero en el que la Unión Deportiva Las Palmas afrontaba su primer partido del año con la incertidumbre de sí sería éste el inicio de un cambio de dinámica con el fin de lograr engancharse a los puestos nobles de la clasificación. Dirigía al equipo por aquel entonces el señor Juan Manuel Rodríguez y eran los aspectos extradeportivos los que se convertían en noticia semana tras semana.
Fue bastante intenso el primer mes del nuevo ciclo anual para la entidad de Pío XII. Con el mercado invernal mediante, los rumores sobre las posibles salidas y llegadas de refuerzos hacían vibrar la casa amarilla.
La “bomba” fue el principio de acuerdo que Jonathan Viera había adquirido con el Granada CF. El anuncio de esta noticia se realizó pocas horas antes de un partido que el equipo disputaba en Santo Domingo frente al Alcorcón y acaparó la atención de todos los medios durante las siguientes horas. Además de la existencia de este preacuerdo se llegó a hablar de la venta inminente del jugador de La Feria por una cifra cercana a los tres millones de euros. A pesar de ello, el propio jugador se encargó de frenar la operación y admitió querer permanecer en el club, como mínimo, hasta junio. Lo que entonces no se conocía es que ya se había presentado una oferta previa para fichar a Jonathan Viera en verano por parte del Valencia CF. El proyecto deportivo ché había engatusado de tal manera al jugador que se negó a hacer las maletas rumbo a tierras granadinas para marcharse en verano rumbo a Mestalla.
No sólo Jonathan Viera recibió ofertas durante este convulso mes. Tanto Vitolo como Javi Castellano fueron tanteados por el Real Betis y el Racing de Santander, respectivamente. Al final, ninguno acabó abandonando el barco. Quien sí se incorporaría al club sería Jerónimo Figueroa, Momo que el último día del mercado hacía oficial su regreso al equipo que le formó como futbolista y en el cual dio sus primeros pasos como profesional.
Durante los meses de febrero y marzo el equipo se mantuvo en la mitad de la tabla clasificatoria pero sin alejarse demasiado de los puestos de promoción de ascenso. Es por ello que a principio del mes de marzo el club lanzó una iniciativa bastante novedosa: Un abono especial para los siguientes cuatro partidos como locales del equipo hacía acto de presencia con el fin de aumentar la afluencia de público al Estadio de Gran Canaria en esos partidos clave que podrían decantar el futuro de la temporada de la Unión Deportiva. Sin embargo, los resultados no acompañaron y el equipo se alejaba cada vez más de los puestos de playoff a medida que las jornadas avanzaban.
El adiós de Juan Manuel Rodríguez
Una vez perdida toda esperanza de luchar por el ascenso, se comenzaba a pensar ya en la planificación de la siguiente temporada. Lo últimos partidos dieron cabida a la aparición de jugadores menos habituales como Raúl Lizoain o Roque además de un festival goleador del “desplazado” por Juan Manuel Rodríguez, Javier Portillo. Al final, el equipo culminaba la temporada en una meritoria novena posición y tras haber realizado la mejor primera vuelta del club en todo el siglo XXI. Aún así, estas estadísticas no fueron suficientes para que Juan Manuel Rodríguez continuase en su cargo como máximo responsable técnico del club. Los continuos conflictos en el vestuario y su poco ‘feeling’ con los aficionados y medios de comunicación, terminaron por acabar con la etapa del técnico de Las Alcaravaneras en la Unión Deportiva.
Llegaba el verano y con él una nueva pretemporada ilusionante que acabaría por despertar un sentimiento de ilusión que hacía años que no se recordaba en la capital grancanaria. Tras el cese de Rodríguez como entrenador, comenzó un baile de nombres sobre quién sería el encargado de dirigir al equipo amarillo en la siguiente temporada. Una treintena de personajes fueron mencionados y, finalmente, el elegido fue un joven entrenador desconocido para el gran público: Sergio Lobera. No sería el único en llegar. También aterrizó en la isla un nuevo secretario técnico para la entidad, Branko Milovanovic.
Antes, ya había desembarcado el que sería el líder de todo lo que sería el futuro proyecto que se iba a llevar a cabo. Tras muchos meses de negociación y finalizados los playoffs de ascenso a Primera División, Nauzet Alemán abandonada al recién ascendido Real Valladolid para intentar un nuevo ascenso con el equipo de su tierra.
Si se había creado mucha expectación con el fichaje de Nauzet Alemán, la llegada de otro ex jugador de Primera División como Deivid terminó de entusiasmar a la parroquia insular. Tras él, llegaron al mismo tiempo el central colombiano Jeison Murillo y el delantero nigeriano Macauley Chrisantus. Para más inri, desde el club se instó a los aficionados a creer que este era el año del ascenso y que el objetivo del club para la temporada que en septiembre comenzaba, era ocupar puestos de playoff una vez acabada la misma y que de no darse tal situación, el cuerpo técnico entero abandonaría su cargo. A final del verano, llegó otro jugador de Primera División aunque éste, al igual que Jeison Murillo, lo haría en calidad de cedido. Con una sonrisa de oreja a oreja, aterrizaba en Gran Canaria procedente del Espanyol el franco-congolés Thievy Bifouma.
El culebrón del verano lo protagonizó Vitolo. Una mareante oferta del Real Madrid para incorporarlo al segundo equipo recién ascendido a la misma categoría que la UD Las Palmas, hizo plantearse al jugador su futuro en la entidad. De hecho, de no ser por la insistencia del presidente en mantener al jugador en el club al considerarlo una pieza vital para lograr los objetivos marcados, quizá ahora el jugador no vistiese la casaca amarilla. Se llegó a hablar de una oferta cercana a los cinco millones de euros por el extremo.
La arriesgada apuesta ordenada desde la directiva obtuvo gran acogida y en el plano deportivo el equipo respondía durante la preparación en la pretemporada. Un juego combinativo y virtuoso hacía presagiar que las raíces de La Masía, de la cuales mamó Sergio Lobera durante muchos años, podrían encontrar un arraigo en el césped del Estadio de Gran Canaria.
Aparición del “Loberismo”
El tiempo de preparación tocó a su fin y daba comienzo la competición oficial. El Racing de Santander sería la primera piedra de toque del equipo insular en esta nueva travesía con Sergio Lobera al timón. Tras el éxito y la ilusión obtenida tras el primer encuentro llegó el batacazo. Ocho partidos consecutivos sin conocer la victoria fue el balance inicial de los nueve primeros partidos de Liga que disputó la Unión Deportiva Las Palmas.
Sergio Lobera supo rectificar. Dejó a un lado su sistema inicial de juego y realizó los retoques necesarios en un equipo que, a día de hoy, parece invencible. Desde aquel milagroso triunfo en el partido de Copa, el equipo ha competido frente a todos los rivales a los que se ha enfrentado. Nueve victorias y cinco empates entre los partidos de Liga y Copa que ha disputado ante rivales tanto de la Liga Adelante como de la Primera División de nuestro fútbol, (Real Betis y Rayo Vallecano).
Aspectos más destacados
En este primer tercio de campaña que ha vivido la Unión Deportiva Las Palmas se ha encontrado con un contraste de sensaciones que ha variado entre extremos. De la desidia y apatía que se les achacaba a unos jugadores acusados de no sentir el escudo, al éxtasis semanal que sufre ahora el seguidor del equipo cada fin de semana. En medio de ese vaivén de emociones, en el plano deportivo han sobresalido varias figuras. Las cesiones de Jeison Murillo y Thievy han resultado ser el mejor acierto en la dirección deportiva desde hace varios años; la segunda juventud de Javi Guerrero en la Unión Deportiva parece que aún se prolonga; la reconversión de Nauzet Alemán como centrocampista y de Dani Castellano como lateral; el resurgimiento de Vitolo; el fichaje de un internacional camerunés como Atouba; la fulgurante aparición de Hernán en el primer equipo o el acierto goleador de Chrisantus, son algunos de los aspectos más destacados.
Sin embargo, varios jarros de agua fría se han vivido también en esta etapa. David González sufrió el infortunio de una lesión que le obligará a pasar por quirófano; Raúl Lizoain corrió la misma suerte que su compañero aunque éste evitó la cirugía; la demanda por embargo presentada por el ex presidente Manuel García Navarro o la reciente demanda de Lendoiro, son los aspectos más negativos con los que ha tenido que convivir la entidad en los últimos meses.
Se acaba el año 2012 para una Unión Deportiva que comenzó lo con Juan Manuel y lo acaba con Sergio Lobera. El contraste entre el ambiente vivido entonces y el actual es bastante grande. Los objetivos de cara al final de campaña son ambiciosos y el club actualmente vive el mejor momento, en lo deportivo, que se le recuerda en los últimos años. Nadie conoce aún que deparará el nuevo año a la Unión Deportiva Las Palmas pero lo que es seguro es que el año que tocará a su fin el próximo 31 de diciembre será recordado en la isla como el año del cambio de modelo, la transición hacia un mensaje de ambición otrora olvidado, en definitiva el regreso la ilusión.
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